Como los extremeños saben mediante los medios de comunicación, muchos de ellos a través de las páginas de El Periódico Extremadura, esta semana que concluye realicé un viaje de cuatro días de duración a lo largo y ancho de Israel. Esta visita al pujante país del Oriente Próximo se concibió como una segunda fase del Foro de Innovación y Crecimiento (FIC) España-Israel que organizamos, con enorme éxito, junto a la embajada israelí, en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón de Cáceres a finales del pasado mes de abril, todo ello bajo el amparo de la "Declaración de Cáceres" que firmamos el embajador de Israel en España y Andorra, Alon Barm , y este presidente.

Más allá de los aspectos formales, mi presencia en Israel, acompañado del doctor Jesús Usón y del rector de la Universidad de Extremadura, Segundo Píriz , tenía como propósito consolidar y profundizar la posición estratégica que estamos construyendo con Israel en materia de I+D+i. Israel lidera a nivel mundial, como saben, sólo por detrás de Estados Unidos, el ránking bursátil de empresas de base tecnológica, fundamentalmente, por la generación de pequeñas y medianas empresas que se encuadran dentro de la categoría catalogada como start-up , motivo por el que Israel ha sido bautizada mundialmente como la Start-up Nation .

LA AGENDA que habíamos organizado desde el Gobierno de Extremadura, con contactos de gran calidad y con múltiples encuentros para presentar Extremadura a todas y cada una de las personas clave en este país y para abrir las puertas en Israel a nuestros estudiantes, profesores, profesionales y empresarios, tenía como punto de inflexión una reunión de trabajo con el presidente de Israel, Simon Peres .

A sus 90 años, Peres sigue siendo por su renovado mensaje no sólo uno de los presidentes más brillantes del mundo, sino, sin duda, una de las figuras más importantes de la historia. Hablamos de Extremadura y me sorprendió su profundo conocimiento sobre nuestra tierra. Lo primero que debatimos fue la importancia de enviar un mensaje al mundo desde los pueblos que tradicionalmente hemos estado ubicados en lo que se ha llamado periferia para combatir las ideas prefabricadas, los clichés y el centralismo de muchos estados-nación, porque hoy el sur también puede convertirse en el centro del mundo.

Desde el sur también podemos hacer innovación, pero para ello es imprescindible luchar contra las políticas centralistas; en España y en Europa, le dije yo, en todo el mundo, me indicó él. Hoy, explicó Peres, más importantes que los gobiernos centrales, son sus regiones y ciudades. Las relaciones internacionales han cambiado tanto como los negocios, y no seríamos un Gobierno serio, riguroso y creíble como trabajamos por ser --ante las empresas y emprendedores extremeños, a los que demandamos diariamente más exportación, más determinación y más inversiones-- si no somos capaces nosotros también de internacionalizarnos. Se trata de abrir no sólo Extremadura al mundo, sino también su Gobierno. Esta es sin duda una nueva manera de concebir la política exterior. Porque más que política exterior lo que necesitamos es acción exterior.

Sobre la fortaleza de nuestro sector agroalimentario, nuestra bandera comercial, que analicé junto a Simon Peres, coincidimos en la acertada apuesta de seguir invirtiendo intesamente en nuestra tierra, en nuestros pueblos, para caminar hacia un campo del Siglo XXI y, sobre todo, comenzar a explotar las oportunidades que nos ofrecen la unión entre la Agricultura y la Ciencia.

LOS EXTREMEÑOS deben saber que cerramos también un compromiso profesional. Simon Peres se ofreció personal y desinteresadamente a ayudarnos en el proceso de diferenciar nuestra agricultura de la del resto de Europa integrando en ella no sólo más y mejores procesos tecnológicos, sino también, a través de la ciencia, generando en el mercado nuevos productos orientados a mejorar nuestra salud. Con ello Extremadura se sumaría a las economías pioneras en un mercado emergente en todo el mundo.

Por eso, desde el pasado martes, además de contactos telefónicos y una segunda reunión de trabajo esa misma semana con los miembros más destacados del staff del presidente Peres, desde el Gabinete de la Presidencia del Gobierno de Extremadura y el equipo de Simon Peres se están preparando las líneas de actuación necesarias para que esta propuesta, entre todas las partes, podamos aprovecharla con garantías y se incorpore dentro de la estrategia de especialización inteligente de nuestra economía que presentó hace unos días en Bruselas la vicepresidenta del Gobierno de Extremadura, Cristina Teniente , además de integrarse dentro del posible Pacto por la Innovación con todas las fuerzas políticas que queremos impulsar en nuestra tierra.

Resultaba imprescindible además que en la estrategia ONE (Organizando una Nueva Extremadura) --que estamos impulsando en este 2013 con la participación de toda la sociedad civil extremeña y a través de la que queremos consolidar un nuevo modelo productivo en nuestra región basado en tres sectores:

agroalimentario, turismo y ciencias de la vida-- diéramos cabida también a las ideas, recomendaciones e iniciativas de países como Israel, que con el presidente Simon Peres a la cabeza, tienen mucho que enseñarnos y que, como me dijo el propio Peres, también quieren aprender de Extremadura. Una tierra, Extremadura, de la que dijo textualmente Peres que dispone de "buena gente para llevar a cabo todo lo necesario para hacer lo que ha hecho Israel". "Para lo que tan sólo es necesario, presidente Monago , organizarlo como corresponde", sentenció.

Además de para cerrar la propuesta de colaboración con el presidente Peres, el viaje a Israel nos sirvió precisamente para aprender a organizarnos mejor. El resto de la agenda me permitió extraer dos conclusiones principales, que a buen seguro serán de especial interés para la mayoría de los extremeños. La primera de ellas, de entrada la más importante porque nos da la medida de nuestras capacidades, es que no es en absoluto una quimera que, con la cooperación de una nación como Israel, una región, la extremeña, condenada por algunos (los de siempre) a un desarrollo menor, podamos escalar posiciones hasta convertinos, a nuestra manera, en una Start-up Region. Extremadura jugaría así dentro de España, si nos lo creemos, un rol proporcional al que, en materia de crecimiento procedente del emprendimiento tecnológico, desempeñan los israelíes en el concierto mundial.

LA SEGUNDA conclusión es la constatación sobre el terreno de que todo aquello que hagamos en materia de innovación y emprendimiento debe tener un respaldo real. En Israel se ha conseguido que los avances embrionarios a través de las start-ups que nacen en las incubadoras de base tecnológica estén enfocados a un mercado realmente existente y que, además, en subsiguientes desarrollos tengan capacidad para generar una industria floreciente que dé empleo a cada vez mayor número de ciudadanos.

Es posible un efecto parecido en Extremadura. Pero para ello, debemos identificar nuestros puntos fuertes, aquellos en los que ya sobresalimos, por eso era importante ONE, y, a partir de ahí, potenciarlos al máximo hasta alcanzar una excelencia competitiva a nivel mundial.

Esa idea de anteponer lo práctico y lo tangible a todo lo demás estuvo bien presente en las interesantes reuniones que mantuve con el iniciador de la saga de grandes emprendedores israelíes, el magnate del metal Stef Werthaimer , con el célebre físico e ingeniero Gabby Sarusi , a su vez catedrático de la Universidad de Ben Gurión, con la que firmamos a través del CCMIJU un convenio de colaboración, y con el científico jefe del Gobierno de Israel, Avi Hason .

Werthaimer sostuvo que el mejor emprendimiento científico-tecnológico debe ser capaz también de impulsar una industria paralela que fabrique y comercialice a gran escala los productos resultantes de la acción investigadora.

Sarusi, quien ya conoce nuestra región a través de su colaboración con el CCMIJU y su participación en el FIC, fue tan brillante como directo al plantear la apertura de líneas de colaboración altamente especializadas en áreas en las que los extremeños ya hemos demostrado que sabemos medirnos con cualquiera. En algunas de estas propuestas el equipo de innovación del Gobierno de Extremadura lleva meses trabajando en silencio.

AVI HASON nos expuso asimismo que si una nación decide que la innovación es materia estratégica para su desarrollo, empleando para ello importantes recursos, esta política debe provocar un efecto retorno en forma de una mejora de la economía del país y por consiguiente de su bienestar. Hasta tal punto es así, que el científico jefe, una figura sin la que no se entienden en absoluto los formidables resultados de Israel en emprendimiento, recae actualmente en un profesional del ramo de la economía, de modo que se convierte en un garante de que todo el proceso emprendedor o investigador esté enfocado a crear riqueza y tejido productivo.

Una figura de estas características quizás sería de complicado ajuste en los tiempos presentes en España. Pero no así en Extremadura, donde estoy convencido de que cosecharía a medio plazo resultados convincentes y muy duraderos. El conocimiento de los aciertos y errores en la gestión de lo público, en estos tiempos de dificultades, debemos compartirlo entre todos. El pasado ya no volverá. A nosotros sólo nos interesa el futuro. La fuerza de nuestra región es grande y se trata, como expuse antes y durante mi visita, de abrir la economía extremeña al mundo. Y con ello, no hacemos nada que no hayamos hecho antes.

Se trata de recuperar nuestra identidad, la de los descubridores que corre por nuestras venas, la de los extremeños que se abrían a nuevos mundos, para aplicarla a nuestros emprendedores del hoy y del mañana, destinados a abrirse también a los nuevos mundos del siglo XXI, que son comerciales y tecnológicos, y en los que, si volvemos a creer en nosotros mismos, como creen personalidades de la talla de Simon Peres, la Extremadura que siempre pudo ser, será.