La abstención de Extremadura en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado jueves no ha dado que hablar solo en el conjunto de España, al haber sido la única comunidad gobernada por el PP, junto a Castilla-León, que ha marcado distancias con el Gobierno y su posición inflexible de establecer una previsión de déficit cuatro décimas más severo (del 1,1% al 0,7%) para el próximo año que el inicialmente acordado con las comunidades autónomas.

Ayer la polémica, como era previsible, se trasladó a Extremadura, donde los partidos de la oposición criticaron a la Junta por haber sido tan tímida: por haberse abstenido cuando, en su opinión, debería haber votado en contra, como hicieron todas las comunidades no gobernadas por los populares y que participan en ese foro, del que están excluidas Navarra y el País Vasco por sus regímenes especiales. El jefe de la oposición, Guillermo Fernández Vara, criticó que el Gobierno regional no hubiera discutido en la Asamblea la posición de la región ante "asunto tan importante". Fernández Vara afeó a la Junta que se comportara como si tuviera mayoría absoluta y dijo que si se hubiera sometido a votación en el Parlamento, el resultado hubiera sido la negativa de Extremadura a aceptar un ajuste más severo del previsto, a pesar de que el Gobierno haya conseguido de Europa un año más de plazo para cumplir sus compromisos. El jefe de la oposición señaló que hubiera estado justificada la oposición de Extremadura a las mayores exigencias del Gobierno, "puesto que la región es la que tiene menor deuda por habitante y no hay ningún problema para pagar el endeudamiento". A la vez, criticó que si se cumplen los objetivos de Montoro, el presupuesto regional se reducirá un 30%, lo que representa 240 millones más en 2013 y 2014.

Por su lado, el presidente Monago situó la abstención en el Consejo de Política Fiscal en el mismo lugar que la situó su consejero de Economía, Antonio Fernández, nada más salir de esa reunión: no "en la insumisión", sino como un modo de manifestar la situación de la región, "que tiene que bajar este año del 4,59%, la segunda región donde el déficit es mayor, al 1,5%". No obstante, acto seguido, Monago afirmó que no hay vacilación sobre la voluntad de cumplir también con el 0,7%, aunque ello suponga "un esfuerzo adicional". Y remachó el argumento recordando la idea que ya ha utilizado en otras ocasiones: "Hay que llegar al 0,7%, porque de lo contrario se produce la intervención de la comunidad por parte del Ministerio de Hacienda".

ADVERTENCIAS De otra parte, José Antonio Monago --y antes Cristina Teniente y Antonio Fernández durante su comparecencia tras el Consejo de Gobierno-- dijo ignorar si Extremadura es una de las ocho comunidades autónomas que fueron advertidas por el ministro de Hacienda por no estar cumpliendo este año con el objetivo del 1,5% del déficit. Resulta difícil de entender cómo una comunidad ignora un extremo como este cuando la advertencia del ministro de Hacienda se produjo en una reunión en la que estaba presente, sin embargo el jefe del Ejecutivo regional aseguró que nadie le ha llamado advirtiéndole de nada y que la región está "haciendo las tareas y a día de hoy cumpliendo sus compromisos". En otro momento de sus declaraciones ante los periodistas, y según informa Europa Press, Monago contempló la posibilidad de que se le hiciera a Extremadura algún tipo de advertencia. "En el caso de que la haya se harán las tareas con niveles de mayor exigencia", añadió el presidente.

Aunque se ha especulado con que el recorte en el presupuesto para el próximo año que representaría pasar de un déficit del 1,1% al 0,7% estaría entre 70 y 90 millones de euros, Monago pidió "que no se hagan especulaciones con cifras y no se entre en una ceremonia de la confusión" puesto que la cantidad se sabrá cuando se sepa qué previsiones de crecimiento tiene la economía el año próximo.