Las pasadas Navidades, los vecinos de Valdelacasa de Tajo estuvieron tres días sin poder utilizar su teléfono móvil. Entre el 29 y el 31 de diciembre no tuvieron la oportunidad de realizar las típicas llamadas para felicitar el año. Tampoco las recibieron. De nuevo, y es habitual según explican en el pueblo, el repetidor de Movistar falló y ellos se quedaron sin los buenos deseos para el año recién empezado. "Aquí estuvimos, sin poder felicitar a nadie", afirma un camarero con una sonrisa que delata un ápice de conformismo.

Este fallo, en unos días tan señalados, fue la gota que colmó el malestar del ayuntamiento, quien había intentado ponerse en contacto varias ocasiones con Movistar sin éxito. Hasta ayer. Justo antes de recibir a este diario en su despacho, Josefa Muñoz, teniente alcalde de Valdelacasa, recibió la llamada de un responsable de la compañía de telefonía móvil. Los problemas se habían solucionado. "Me han llamado y por lo menos eso es algo", decía con satisfacción Muñoz.

Según le transmitieron desde Movistar a la edil y según la compañía confirmó posteriormente también a este periódico, el problema de los últimos días del año fue de un dispositivo, llamado UPR, que impedía que las llamadas salieran del repetidor cuando éste las recibía. Los reponsables también explicaron que el problema se solucionó el día 6. Muñoz añadió además que la compañía le ha pedido disculpas.

Objetivo cumplido

Ante las últimas novedades, la teniente de alcalde, que por otro lado no las cree cien por cien ("¿que el día 6 vinieron a trabajar? No sé", reflexionaba en voz alta), se muestra satisfecha. "Hemos conseguido hacer presión", apunta. "De momento, no hemos mirado cual sería la manera adecuada de tomar las medidas legales, pero si es necesario, lo haremos", reafirma así el malestar del consistorio, y por extensión del pueblo, y la denuncia que hicieron pública el pasado jueves.

Y es que, que se arregle el UPR no es suficiente para la edil. "Me acaban de decir que tienen intención de mejorar el servicio, que es lo que nosotros queremos", continúa. "Me han dicho que van a dar más potencia y yo les he dicho que tienen que dar mucho más", finaliza, demostrando con el tono que aún no tiene todas consigo. De hecho, recuerda que los problemas son habituales ("cada tres días y el del medio"), más allá del último ejemplo conocido, y que pasan sobre todo cuando vienen más personas al pueblo, como en Navidad. "Los teléfonos dan señal, pero no se oye nada ni de un lado ni de otro. Y claro, la llamada la cobraban. Los mensajes siempre han funcionado", explica Muñoz.

En el año 2006, Movistar colocó un repetidor de telefonía en uno de los puntos más altos del término municipal de Valdelacasa de Tajo. Desde allí arriba, se puede ver sin problemas todo el pueblo, situado en un llano, al que se llega por una carrera que nace en Bohonal de Ibor, que termina en el límite de provincia con Toledo y que tiene tramos bastante lamentables.

Antes, era imposible hablar a través del móvil por teléfono, "bueno si buscabas un punto alto...", matiza el secretario del ayuntamiento; una situación similar a la de otros pueblos de la zona. Si tienes Movistar puedes hablar, si no, nada. Aunque, como explica el camarero, mucha gente joven ha optado por la compañía Yoigo, que utilizando la infraestructura de Movistar tiene mejores tarifas. Es decir, que los problemas de comunicación se mantienen.

Pero si antes de 2006 era prácticamente imposible utilizar un teléfono móvil, desde que se instaló el repetidor siempre ha habido problemas. Hasta 30 incidencias han contabilizado desde el consistorio, donde insisten que últimamente se han convertido en más frecuentes. "Era algo solo del pueblo, porque si salías a la carretera, ya podías hablar", añade Muñoz durante el camino al repetidor.

Multitud de llamadas al 1485 ("ese teléfono es caótico, no te informan"), constantes quejas de los vecinos en el ayuntamiento ("parece que estamos en la Prehistoria") y una denuncia ante consumo con firmas de los vecinos ("nos dijeron que nos iban a indemnizar y no volvimos a saber nada") fueron siempre en vano.

Hasta ayer. Entonces la teniente de alcalde de este pueblo que tiene 380 habitantes censados recibió una llamada de Movistar, la filial de telefonía móvil de la multinacional Telefónica. El pequeño David había obtenido la atención de Goliat. Esperan que sea para siempre y que no sea necesario cumplir las amenazas.