El colegio del Pilar es el más moderno de Plasencia en lo que respecta a su andadura porque las clases comenzaron en el curso 2001/2002. Se ubica en la avenida de Extremadura, en una zona de expansión a la que se quería dar cabida entonces y que ahora supera su oferta, hasta el punto de que muchos alumnos no pueden acceder a este colegio por falta de plazas. Es pequeño y por eso, su ambiente es muy familiar, tanto en la relación entre profesores, como con los padres y alumnos, y el claustro tiene muy claros cuáles son sus pilares básicos: los idiomas, la educación para la salud, el medioambiente, la biblioteca y las nuevas tecnologías.

El primer curso, dirigido por Tomás García Verdejo, el centro no empezó al completo, sino con cuatro unidades de Primaria, de primero a cuarto, y tres de infantil. Dos cursos después, se completó con quinto y sexto de Primaria. Empezó con 175 alumnos y actualmente son 229 los que estudian en este centro placentino. Cada curso tiene una línea de 25 alumnos, pero "hay aulas con 26 alumnos porque es un centro muy solicitado", explica su directora, Silvia Sierra.

Sobre la evolución del número de alumnos, el secretario, Valentín López --que empezó con el inicio del colegio y se jubila este año-- recuerda que "cuando se hizo, la tendencia de la matrícula era descendente, y la idea era hacer colegios pequeños, pero empezó a subir y hasta el 2008 fue aumentando, hasta el punto de que en Plasencia había 700 u 800 alumnos de 3 años, pero desde el 2008 ha habido otro descenso y ahora hay unos 300 y pico alumnos que empiezan. En algún año hemos tenido más de 60 solicitudes para 25 plazas".

Era y es un colegio nuevo, de diseño, y "desde el principio, la idea fue darle una identidad propia a partir de unos centros de trabajo que aún continúan", señala López, y que son sus ejes principales.

Los idiomas son uno de estos ejes y, de hecho, el secretario recuerda que fue el primer colegio de la provincia con sección bilingüe español-inglés y también ha sido el primero de Plasencia con segunda lengua extranjera francés. Como actividades para afianzar los idiomas, han realizado actividades de inmersiones lingüísticas con otros centros y en distintos viajes.

Respecto a la educación para la salud, el colegio se acogió hace años a un proyecto de desayunos saludables, que empezó con quinto de Primaria, pero este año se ha ampliado a segundo de Primaria. Además, eliminaron hace años las máquinas de dulces y el centro diseña los menús de merienda de todos sus alumnos, de infantil a sexto, que no incluye las chucherías. También están acogidos a un programa de la Junta de cinco frutas al día, que facilita un día a la semana el propio centro.

En el aspecto medioambiental, durante un tiempo se intentó recuperar una zona verde que hay en la fachada del colegio y, sobre todo, se centra en actividades extraescolares, con visitas a Monfragüe, Cornalvo, el Tajo Internacional... El objetivo es "potenciar el contacto con la naturaleza" y con el programa de ciudades saludables municipal se han apuntado este curso al proyecto de huerto escolar.

La biblioteca es otro de sus pilares y cada vez le dan más espacio y hay más actividades. Fue una de las primeras de la ciudad en empezar a funcionar. Forma parte de la Red de Bibliotecas Extremeñas y participan en el programa de Leer en Familia de la Junta. Los niños de sexto la administran en los recreos y reciben visitas de autores de libros que leen los alumnos.

Y en cuanto a las nuevas tecnologías, cuentan con numeroso material. "El centro ha hecho un esfuerzo grande y, desde el principio, hemos dotado a todas las aulas con DVD, televisión y vídeo para poder tener medios audiovisuales y se ha ampliado a una pizarra digital interactiva, que supone tener un ordenador, un proyector y la pizarra". Pero el problema que lleva aparejado son las averías y la actualización del material, señalan.

Destaca también su blog: cpelpilar.blogspot.com/es, creado en el 2005 y que cuenta con blogs de distintos departamentos y se actualiza continuamente.

La oferta del centro se completa con un aula matinal, servicio de comedor y extraescolares, psicomotricidad e informática, que tienen "mucha demanda".

El colegio realiza actividades durante todo el curso --asa castañas en el campo, festival de Navidad, desfila por el barrio en Carnaval-- y su directora destaca que los padres son "muy participativos". Tienen muy buena relación con el Ampa, que "colabora desde el principio" y en cuanto a los alumnos, "no hay grandes problemas de comportamiento, ni absentismo. Es una comunidad muy tranquila y un colegio muy familiar, donde llegas a conocer a todas las familias".

También cuentan con agente-tutor de la policía local y destacan la buena relación con el ayuntamiento y el cuerpo en todas las actividades.

Les gustaría tener más espacio para poder acoger toda la demanda de alumnado porque cada curso tienen que hacer sorteo y quedan alumnos fuera, pero el claustro destaca sin dudar: "Estamos muy a gusto. Maestros, padres y alumnos están encantados. El alumnado está motivado en todas las aulas, las familias quieren que progresen y consideran la educación como una manera de que sus hijos avancen. Pocas comunidades educativas funcionan como esta".