El secretario general del PP de Extremadura, César Díez Solís, acusó a la Junta de Extremadura de favorecer la concentración de sectores estratégicos de la industria en manos de un mismo grupo empresarial, tras el cierre de la planta de Repsol Butano en Mérida y la posibilidad de que la firma del empresario jerezano Alfonso Gallardo asuma la distribución de gases licuados (butano y propano) desde la futura refinería de petróleos proyectada en Tierra de Barros. El dirigente popular criticó la "nefasta" política industrial de la Junta, a la que acusó de actuar con "pasividad" ante la supresión de la planta de Repsol Butano en Mérida, lo que convertirá a Extremadura en la única comunidad autónoma española sin instalaciones de estas características. Según Díez Solís, la política industrial de la Junta de Extremadura debe aspirar "a crear empresas y no a que se vayan de la comunidad autónoma", y subrayó que los más perjudicados ante una hipotética falta de suministro de gas butano serían las clases más desfavorecidas, así como los residentes en zonas rurales. Por ello, exigió a la Junta de Extremadura que haga "todo lo posible" para que esta empresa no se vaya de la región, y asimismo reclamó una mayor implicación en el asunto a los sindicatos, a quienes consideró que están pasando "de puntillas" sobre el asunto, a pesar de estar en juego decenas de puestos de trabajo. De este modo, ante la publicación de informaciones que apuntan a que el Grupo Gallardo podría distribuir los gases licuados procedentes de la planta petroquímica proyectada en la región, Díez Solís criticó la política de concentración industrial que se está produciendo en la región en determinados sectores estratégicos. En concreto, dijo que este grupo empresarial, que según Díez Solís tiene "fuertes vinculaciones con la Junta de Extremadura", controla en la región la distribución del gas canalizado, la producción de cemento, tiene proyectada la construcción de una refinería y ahora pretende hacerse con la distribución de gases licuados. Para el PP, la política industrial de la Junta de Extremadura "debe ayudar a todo el mundo que venga a crear empresas y empleo, y no apostar solamente en una sola dirección".