En las próximas semanas, los pacientes extremeños que padecen cáncer tendrán a su servicio una nueva metodología en la lucha contra esta enfermedad que hasta ahora se estaba aplicando con éxito en el resto de comunidades autónomas pero no en Extremadura. Tras una inversión global de 12 millones de euros por parte del Gobierno de Extremadura, se va a proceder a la apertura de la primera Unidad de Braquiterapia en la región en el Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Infanta Cristina de Badajoz.

Esta unidad dará cobertura asistencial a toda la población extremeña y vendrá a ocupar un importante vacío en la Oncología Radioterápica regional, puesto que era la única hasta ahora de todo el país que carecía de la opción de aplicar esta técnica.

A partir de ahora, su implantación en la región evitará --según destaca Fernando García Urra, oncólogo y coordinador de calidad de la gerencia de Badajoz)-- la derivación a otras regiones de al menos un centenar de pacientes al año, que reciben este tratamiento en otros hospitales del país (sobre todo en Madrid, pero también en Salamanca o Sevilla), lo que supondrá una mayor comodidad para ellos y para sus familias.

También se beneficiará el Servicio Extremeño de Salud, tanto por el ahorro de sus arcas en dichos desplazamientos como en la descongestión y un mejor funcionamiento, en general, de todo el servicio.

La braquiterapia es usada durante las dos últimas décadas como un tratamiento eficaz para el cáncer de cérvix, próstata, mama y piel, y también se aplica para tratar tumores en muchos otros sitios del cuerpo.

Esta técnica llega a Extremadura después de más de 20 años pendiente de ponerse en marcha, a pesar de la constante reivindicación de los profesionales médicos y de que gobiernos regionales anteriores hicieron una importante inversión en material, pero sin que finalmente nunca se llegara a poner en marcha el servicio.

El Gobierno de Extremadura invierte en todo este proyecto más de 12 millones de euros en intensificar la lucha contra el cáncer mediante la incorporación de técnicas vanguardistas y menos invasivas, la renovación tecnológica, la implantación de nuevos cribados y la adecuación de las infraestructuras sanitarias.

En concreto, la inversión incluye la adquisición de tecnología punta en el ámbito de los aceleradores lineales, que son dispositivos para la radioterapia, así como también la construcción de una nueva planta de oncología infantil, la implantación del programa de detección precoz de Cáncer Colorrectal y la incorporación de esta técnica de la Braquiterapia.

La braquiterapia, también llamada curiterapia, es una técnica de radioterapia que consiste en colocar fuentes radioactivas en el seno del tumor o en contacto con el mismo, lo que permite administrar altas dosis de radiación directamente en el tumor en un corto espacio de tiempo y con un número reducido de aplicaciones.

Debido a la rápida caída de dosis que presentan las fuentes radiactivas, se consigue reducir la radiación a los tejidos adyacentes al tumor, disminuyendo así sus efectos adversos, según señala Juan Quirós, facultativo especialista del servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Infanta Cristina de Badajoz.

desde comienzos del siglo XX, las aplicaciones de la braquiterapia han ido evolucionando a lo largo del tiempo, demostrando su capacidad antitumoral en determinadas neoplasias.

Actualmente, la braquiterapia es un tratamiento imprescindible para la curación de los tumores ginecológicos de endometrio y cérvix que también se aplica en los tumores de próstata, mama, pieles, pulmón, oculares, tumores de cabeza y cuello y del aparato digestivo.

Los tratamientos contra el cáncer se benefician hoy de diversas posibilidades terapéuticas, aunque como señala Juan Quirós, quizás la menos conocida es precisamente la braquiterapia. Sin embargo, con este sistema se obtiene un alto número de curaciones a largo plazo por lo que resulta "imprescindible su utilización en ciertas neoplasias, tanto por su aplicación en monoterapia como asociado a otros procesos terapéuticos, como pueden ser la cirugía, radioterapia externa o los tratamientos sistémicos".

La apertura de esta unidad supone un gran logro tanto para los pacientes extremeños que --como se ha subrayado anteriormente no tendrán que desplazarse fuera de la región-- como también para el propio servicio, que podrá dar servicio "sin las demoras e inconvenientes actuales".

La braquiterapia es una técnica de radioterapia que utiliza fuentes radiactivas generalmente del componente Iridio 192, que se colocan en el propio tumor o en contacto con el mismo, lo que permite administrar altas dosis de radiación en un corto espacio de tiempo y con un número reducido de aplicaciones. Debido a la rápida caída de dosis que presentan las fuentes radiactivas utilizadas en braquiterapia, se consigue reducir la dosis la radiación administrada a los tejidos adyacentes al tumor, reduciendo así los efectos secundarios.

Esta técnica tiene sus orígenes a principios del siglo XX con el descubrimiento del radium por los esposos Curie en 1898 y el primer paciente tratado con radium en un enfermo afecto de lupus en 1901.

Desde entonces la braquiterapia ha evolucionado de forma importante a todos los niveles: sistemas de carga diferida, de planificación y aplicadores sofisticados que contribuyen a una mejora de la calidad de los tratamientos y de protección para los pacientes y también para los trabajadores expuestos a estas técnicas de tratamiento.