Al sector del porcino ibérico en Extremadura no paran de surgirle problemas. A las dificultades que vienen arrastrando durante todo el año por la falta de rentabilidad de las explotaciones --alto coste de materias primas como el combustible--, el descenso del precio de los ejemplares, la competencia de los productores intensivos y las discrepancias sobre el correcto funcionamiento de la Norma de Calidad del Ibérico, se suma ahora el efecto de la crisis económica. Según empresas de la región, las ventas de productos ibéricos han caído en torno a un 20% en el primer semestre de este 2008.

Es el balance comercial que hace, por ejemplo, Francisco Espárrago Carande, gerente de la empresa Señorío de Montanera, instalada en Badajoz y Salvaleón. En su opinión, esta caída de las ventas está motivada, en buena parte, por la situación que están viviendo las economías domésticas. Aunque también hay otros motivos.

"Se ha producido una recesión en la demanda", coincide Armando Fallola, gerente de Montesano Extremadura, de Jerez de los Caballeros. Según explica, "los distribuidores en lugar de comprar por adelantado lo hacen en función de las ventas que tienen ya establecidas". No obstante, bajo su punto de vista los problemas no están tanto en los productos ibéricos de bellota con denominación de origen como en los ibéricos de cebo, es decir, la carne de los cerdos alimentados con cereales y pienso.

Ante esta situación, Francisco Espárrago afirma que los industriales extremeños miran con recelo la próxima campaña de Navidad, que aglutina en torno al 40% de todas las ventas de jamón ibérico de bellota. Algo más optimista es Fallola, que confía en que el final de año salve la campaña.

Donde de momento no se está notando la crisis, según estas fuentes, es en la producción. De hecho, consideran que incluso es "posible" que se críen más cerdos ibéricos de bellota que el año pasado. La causa reside en el crecimiento del sector. En este sentido, el gerente de Señorío de Montanera recuerda que Extremadura ha pasado de tener la mitad de la producción nacional de cerdo a abarcar sólo un tercio del total debido a la fuerte presencia de grandes explotaciones industrializadas en regiones como Cataluña o Murcia. No obstante, esta tendencia pasa por el incremento "notable" de explotaciones intensivas en estas comunidades autónomas, ya que los costes son más óptimos y las ventajas competitivas mayores.

INSOSTENIBILIDAD Armando Fallola cree que este tipo de explotaciones donde la cría se realiza básicamente a base de pienso se encuentran ante dos importantes problemas: por una parte, la sobreproducción de porción, lo que provoca una bajada de los precios; y por otra, la subida de las materias primas --sobre todo piensos y combustibles--. Ambos factores afectan a todo el sector, pero con mayor intensidad a las explotaciones intensivas o de cebo por los grandes volúmenes de cereales que manejan. "Esto ha sumido a los ganaderos en unos costes elevados de engorde del ganado que son inviables y a los que no pueden hacer frente", concreta el gerente de Montesano Extremadura.

Y las expectativas de futuro a corto plazo no son halagüeñas. Según Francisco Esparragosa, la crisis tiene un ciclo muy largo de maduración: "Va a durar uno o dos años y mantener las explotaciones en esas condiciones, perdiendo dinero, es un error".

Al margen de esto, el sector extremeño también está preocupado por otros problemas. Por ejemplo, consideran que la Norma de Calidad del Ibérico --que marca las condiciones de producción ganadera bajo las cuáles se puede comercializar un producto como ibérico-- no se está aplicando correctamente y denuncian que los controles de calidad que se practican en algunos puntos de España no son estrictos.