Después de un tiempo sin dejarse ver en público, Alberto de Mónaco y la que ya todos consideran su novia oficial, la nadadora Charlene Wittstock, presenciaron ayer muy juntitos el partido de fútbol entre el Olimpique de Marsella y el Mónaco. Los rumores sobre la relación entre el príncipe y la nadadora saltaron al papel cuché en febrero del año pasado. Desde agosto los amagos de boda no han cesado.