La cantante islandesa se enfrentó el domingo a un paparazi en el aeropuerto de Auckland (Nueva Zelanda). Según declaró Glenn Jeffrey (en la foto) al diario The New Zealand Herald, la artista llegó al aeropuerto con un hombre que pidió que no le hicieran fotos. "Hice un par de fotos y cuando me disponía a irme, vino por detrás y me arrancó la camisa. Al hacerlo, ella se cayó al suelo", manifestó Jeffrey.