Los duques de Lugo volvieron a posar juntos ayer tras un año y medio separados. El motivo: la primera comunión de su hija Victoria Federica, de 9 años, celebrada en la iglesia San Pedro Mártir de los Padres Dominicos, situada en la localidad madrileña de Alcobendas.

A la ceremonia acudió toda la familia real con excepción de los Príncipes de Asturias, de viaje oficial en Colombia, y la familia Marichalar. La infanta Elena y Jaime de Marichalar llegaron por separado. El duque de Lugo acompañado de su madre Concepción Sáenz de Tejada fue el primero en acercarse al templo. Poco después lo hizo la infanta Elena de la mano de su dos hijos, Froilán y Victoria Federica, que lucía el mismo vestido de organza blanca que llevaron sus otras compañeras del colegio San Patricio. En la ceremonia, 11 niñas y nueve niños tomaron la eucaristía. Hace dos años, el 24 de mayo del 2007, fue Froilán quien celebró su primera comunión en la misma iglesia en un día muy lluvioso. Ayer, sin embargo, lució el sol. Numerosos fotógrafos esperaban en las puertas de la iglesia para captar cualquier gesto de los duques de Lugo cuyo cese temporal de la convivencia lleva ya año y medio.

ENCUENTRO CORRECTO El encuentro entre ambos fue correcto, aunque delante de las cámaras no se dirigieron la palabra. Se limitaron a posar junto a los Reyes y demás familiares a la salida de la liturgia. La infanta Elena, como de costumbre muy elegante, vestía un traje de chaqueta de color gris perla con complementos en tonos tostados. Desde Barcelona llegaron los duques de Palma junto a sus hijos Juan y Pablo, que el pasado sábado también hicieron la primera comunión.

La lista de invitados la completaron la infanta Pilar, su hija Simoneta Gómez Acebo y su nieta María; María Zurita, hija de la infanta Margarita y los hermanos de Jaime de Marichalar. Tras la ceremonia, los asistentes se trasladaron al Palacio de la Zarzuela donde se celebró una comida.