El rey Juan Carlos apareció cojeando en el Palacio Real cuando acudió al almuerzo ofrecido a una representación del mundo de las letras. "Me he torcido el tobillo", comentó, restando importancia al percance. Una torcedura liviana que no exige escayola y que no le impedirá viajar hoy a Aquisgrán para asistir a la entrega del Premio Carlomagno a la cancillera alemana Angela Merkel. En el acto de ayer, el Monarca aguantó una hora a pie firme conversando con sus invitados.