Isabel Pantoja lo dice así de claro: "No peligra ningún bolo de Barcelona. Vengo a trabajar y a disfrutar con mi público". A partir de hoy y hasta el próximo 17 de octubre, la tonadillera se instala al teatro Coliseum de la capital catalana con el espectáculo Así es la vida (¡qué título tan adaptable a las circunstancias!).

Pero el caso es que el 14 (día de función) debe presentarse en el juzgado de Marbella (Málaga) para declarar en el juicio oral de un sumario derivado del caso Malaya, tras ser acusada de blanquear dinero durante el tiempo que fue pareja de Julián Muñoz. Aunque ella insiste. No faltará a ninguna cita y podrá entonar su consabido: "Se me enamora el alma... de Barcelona".

LO PROMETIDO ES DEUDA "Con este montaje debutamos el año pasado aquí y fue un éxito clamoroso, así que volvemos tal y como prometimos", explica la artista. La intérprete de éxitos como Embrujá de tu querer poco sospechaba que su relación con Cachuli (el sobrenombre del exalcalde marbellí) se traduciría en el pago de una fianza de 3,68 millones de euros. ¿Es cierto que varias televisiones se la rifan (con ofertas millonarias) para que hable del caso Malaya en un plató? "Yo estoy en los teatros, en mis galas, con mi familia. Con las cosas que me dan tranquilidad; buenas vibraciones". Y el tipo de programas que la invitan son más bien la antítesis de todo eso, ¿no cree? "Repito, yo estoy en los teatros...".

¿Y cómo lleva ser tantas veces protagonista involuntaria de la prensa del corazón (y judicial)? "Ahí no voy a entrar. Te hablo de mi trabajo, de lo contenta que estoy de este año, que ha sido un no parar". Y si pudiera rebobinar su vida y hacer delete, ¿qué pasaje eliminaría? "¿Sabes que pasa? --responde sin titubeos--, que yo no miro hacia atrás".