¿Queremos ser parte del problema o de la solución? Con este lema, la protectora Salvemos Animales de Mérida (SAM) organizó ayer la segunda jornada de protección y bienestar animal, que en esta edición se ha centrado en la formación en denuncias y en protocolos de actuación a seguir ante casos de abandono y maltrato animal. El objetivo es instar tanto a particulares que recogen animales, como a las protectoras y administraciones, a que hagan uso de la ley. «Animal recogido sin denuncia, es invitación a más abandonos y es ahí cuando formamos parte del problema, pactando con maltratadores y los que abandonan», sostienen.

El centro cultural Alcazaba acogió este evento formativo, que se desarrolló desde las once de la mañana hasta las ocho de la tarde, y que contó con varias ponencias a cargo del abogado Agustín Mansilla, del fiscal de Medio Ambiente Francisco Ortega, de la presidenta de Adana Badajoz Virginia Iniesta, y de un representante del Seprona de la Guardia Civil, entre otros ponentes. «Las cifras oficiales de maltrato y abandono de animales no van salir nunca porque la gente no denuncia», advierte la presidenta de SAM, Alessandra Ricetti.

«Muchas personas no denuncian por miedo, no hay un protocolo establecido a seguir a la hora de poner la denuncia», explica la voluntaria. En este sentido, destaca que probar un caso de maltrato animal en España «es muy difícil porque solo se puede probar si hay un testigo que esté dispuesto a testificar en un juicio». A nivel local, Ricetti asegura que hay «muchísimos» casos de abandono y maltrato animal, «tantos que no los podemos abarcar como protectora». Recientemente le han comunicado que en la zona de El Vivero hay un caso de maltrato, pero no pueden hacer nada porque no dan a basto. A su juicio, los cuerpos policiales son los que deben intervenir, no las protectoras. «No podemos estar actuando como policías», puntualiza.

«La policía no está preparada y necesita más formación para atender estos casos, porque el maltrato animal y el abandono está recogido en el código penal», apunta la presidenta del colectivo. Según Ricetti, las protectoras han creado una sensación de bienestar ante el abandono, por lo que «si las propias protectoras no denuncian sería el chollo del maltratador». Por ello, desde el pasado mes de noviembre han comenzado a denunciar estos hechos y ya suman 50 denuncias.

Con respecto a los conceptos de maltrato y abandono se refirió ayer el delegado del Centro Zoosanitario, Marco Antonio Guijarro, quien manifestó que «una cosa es lo que entiende la gente y otra lo que marca la ley».

Según Guijarro, la legislación española considera que los animales de compañía «son propiedad privada como si fueran un producto». «Nosotros no estamos de acuerdo con ese concepto porque son seres vivos con sensibilidad», matiza. En esta línea, el delegado subraya que «se tienen que reforzar mucho las campañas de adopción animal», así como tender al «sacrificio cero» para que haya un futuro sin animales abandonados ni maltratados.