Son las 19.30, la hora a la que la Asociación Cáceres Acoge ha convocado a todos los que estén interesados en compartir una merienda. La convocatoria se ha adelantado para que las mujeres inmigrantes puedan acudir, ya que deben estar en casa temprano. Las primeras personas en llegar son algunos de los miembros de la asociación que comienzan a colocar las mesas al aire libre, en la Casa del Deporte. Poco a poco, empiezan a llenarse con chucherías, tortillas de diferentes ingredientes y una tarta que preside la mesa.
Entre las personas que han acudido --medio centenar-- se encuentra un grupo de mujeres marroquíes acompañadas de sus hijos, además de argentinos y brasileños. Se forman grupos en los que se conversa, y la cuestión gastronómica pasa a un segundo plano confirmándose "que la comida es tan sólo el pretexto para reunirnos", comenta Fisina mientras parte las tortillas.
INTEGRACION
La Asociación Cáceres Acoge tiene como objetivo favorecer la integración de los inmigrantes del Campo Arañuelo, explica Khalid Meziane, presidente de este colectivo. Con este encuentro se incide, manifiesta Meziane, "en la mujer inmigrante", para intentar terminar con el papel de estas mujeres, aunque afirma que "tampoco se trata de terminar de golpe con las tradiciones".
Los más pequeños son los que permanecen alrededor de la mesa, probando todo lo que alcanzan. Khalid Dliem es marroquí, tiene 10 años y estudia en el colegio Sierra de Gredos. Nos cuenta que lo que más le gusta de esta merienda es la tarta, aunque no debe comerla porque está "algo rellenito". Afirma que le gusta España y aunque le gusta el jamón, no puedo comerlo. En cuestiones gastronómicas, explica que no ha tenido problemas para adaptarse a la comida española. De la comida típica de Marruecos dice que "su pan es más bueno", por su sabor y su forma redonda.
PAN MARROQUI
A Abdessamad Hajad, que estudia en el colegio Campo Arañuelo, le ocurre lo mismo, aunque el lo que más añora es el msmn que, según explica, es un pan de tamaño pequeño que se hace en su país natal.
