José Miguel Jiménez Díaz es ganadero "desde que nací, ya que mi padre también lo era". Esto hace que, además de ser un experto conocedor en la materia, haya vivido y "sufrido" en primera línea los avatares que atañen al mundo del ganado, especialmente al vacuno, en las últimas décadas. En este sentido, recuerda como cuando entraron en vigor las ayudas procedentes de la Unión Europea, hace ahora veintiseis años, ya estaba "totalmente" vinculado a esta actividad.

Prefiere no establecer comparaciones entre la situación que vivía la ganadería en 1986 y la que atraviesa ahora. "No voy a decir que aquellos tiempos eran mejores ni peores", argumenta. Eso sí, no se resiste a contar como, por un lado, "hace veintitantos años se vendían los terneros, más caros que actualmente", mientras que, por otro, la manutención de los animales "valía mucho menos que en estos momentos. Por eso, al haber subido el nivel de vida, "y los terneros haber bajado de precio", el panorama actual que dibuja Jiménez Díaz es poco halagüeño.

Sin embargo, reconoce que la vida de los ganaderos "es mejor que la de antes, debido a que hay más adelantos que nos permiten trabajar de manera más cómoda. Sin que esto quiera decir que trabajemos menos". Máxime teniendo en cuenta que el término municipal de Guijo de Santa Bárbara, donde se ubica su explotación, es de alta montaña, por lo que la mecanización se hace muy difícil. "Ahora mismo estoy segando con la guadaña, ya que tengo dos prados donde no entra la máquina". Después hay que sacar el heno con el caballo, hasta donde puede llegar el tractor, para su posterior empacado y transporte. "Maquinaria vamos teniendo, pero es que el terreno no nos deja acceder al 70% de las fincas", sostiene.

Por el contrario, asegura que "ahora tenemos más quebraderos de cabeza", en lo que se refiere a la tramitación de papeles relacionados con la concesión de subvenciones y demás obligaciones legales establecidas en la actualidad para las explotaciones ganaderas. "Al trabajo que requiere el hecho de sacar el ganado hacia adelante hay que añadir todo lo relacionado con la burocracia, que no es poca, puesto que el tema de papeles, es el no va más , debido a la cuantía que ha alcanzado".

Reconoce que "hay veterinarios y gestorías que te los llevan, pero esto supone un gasto añadido". Por este motivo, hay "mucha gente, como yo, que se ocupa ella misma de todo lo concerniente a trámites burocráticos. Esto nos permite ahorrar dinero, aunque sea a costa de nuestra cabeza". De hecho, para tener la preparación necesaria, cuenta, ha tenido que asistir a algún cursillo que otro.