El grupo municipal socialista advirtió ayer de que Cáceres puede quedarse sin elementos de su arquitectura popular si el gobierno local realiza el ensanche del eje Mira al Río-San Roque. Un aviso que el PP consideró que se hace a destiempo y para "entorpecer" la ejecución del ensanche, aseguró su portavoz adjunto, Francisco Javier Castellano. La ampliación de Mira al Río es para el PSOE una prueba de la "incapacidad del gobierno" para lograr del Ministerio de Fomento la ronda este, indicó su portavoz, Carmen Heras. Otro de los efectos apuntados por el PSOE es que por Mira al Río pasarán de 3.000 a 4.000 coches más al día.

La ronda este es la alternativa proyectada para San Roque-Mira al Río, cada vez más necesaria por la expansión urbana en La Mejostilla. El gobierno local planteó como solución provisional hace un año y medio el ensanche de Mira al Río y para acometerlo logró fondos estructurales, que se pueden perder si las obras no se ejecutan en los plazos dados por la Unión Europea.

Para realizar el ensanche es necesario retirar la protección a una docena de casas protegidas por el plan especial (la normativa urbanística que afecta al casco viejo) que se tienen que derribar. La demolición de algunos de estos edificios, que tienen el nivel más bajo de protección, ya se prevé en el plan especial "que en el año 1990 aprobó el PSOE", según recordó ayer Castellano.

DOS ALTERNATIVAS Este proyecto está ahora en fase de alegación, objeciones que ha presentado el PSOE, que hace seis meses, cuando el cambio de la normativa pasó por la comisión local de Urbanismo, ya avisó de que se opondría. El edil socialista, Miguel Hurtado, insistió ayer en que el valor patrimonial no está en las casas aisladas, sino "en el conjunto" que es parte del cinturón urbano del recinto intramuros y que cuenta con edificaciones representativas de "la arquitectura popular cacereña". Hurtado indicó que esta actuación es comparable a una intervención que conlleve el derribo de edificaciones de Caleros.

Heras y Hurtado presentaron las alegaciones, que recogen dos alternativas: ensanchar Mira al Río, pero reconstruyendo las edificaciones, dado que el proyecto solamente prevé la demolición, o la creación de un nuevo vial, solución de la que informó este diario el jueves, que complemente Mira al Río, posibilidad que Castellano cuestionó por su coste y por incidir en la Ribera.