Más infraestructuras en los barrios, reformas para mejorar la seguridad vial o construcción de espacios de ocio son las principales reivindicaciones de las asociaciones de vecinos de la ciudad. Así se desprende de una encuesta realizada por EL PERIODICO EXTREMADURA entre 23 colectivos vecinales cacereños, que apuntan al aumento de la vigilancia policial y a la limpieza de parques y jardines como otras reivindicaciones comunes. Algunos de los consultados destacaron que en el cambio de gobierno municipal puede estar la clave de varios retrasos en las reformas que han solicitado.

El asfaltado de calles y la eliminación de puntos peligrosos por el tráfico son, dentro de las infraestructuras, los asuntos de mayor urgencia para muchas de las asociaciones. Este es el caso de Santa Bárbara que, según informa su presidenta, Guadalupe Iglesias, lleva varios años reclamando una valla de seguridad para un parque infantil situado junto a una carretera, y que ha presenciado varios atropellos.

El mismo problema existe para el barrio de los Castellanos. Su presidente, Enrique Navarro, indica que dos de las calles de acceso al barrio han provocado más de un golpe y necesitan ser reformadas, como indica su asociación. Otras reclamaciones tienen que ver con la necesidad de cambiar el acerado deteriorado, que, según la presidenta vecinal, en muchos casos ha causado las caídas de personas mayores en el barrio de Moctezuma, indica Isabel Pérez.

ZONAS DE OCIO Los barrios dan también una especial importancia a las zonas de ocio. La construcción de pistas polideportivas o de parques infantiles es la principal de estas reivindicaciones, ya que, como explican los responsables de colectivos como el de Los Fratres (Amador Hernández) o el de la Cañada (Juan Morán), evita que los niños jueguen en las calles, con el potencial riesgo de sufrir algún atropello o de perturbar la tranquilidad de los vecinos.

Los colectivos vecinales encuestados consideran que la vigilancia policial no es suficiente en sus barriadas. Santa Bárbara, en Aldea Moret, incide en esta cuestión y reclama más agentes que controlen la seguridad, ya que, como asegura su presidenta, "la seguridad en Aldea Moret es nula". Otras asociaciones, por su parte, requieren más policías que estén pendientes de aquellas infracciones de tráfico, como el exceso de velocidad, que pueden suponer un peligro para los vecinos. La asociación de la Mejostilla, por ejemplo, exige atención y sanciones a "aquellos jóvenes que no respetan los límites de velocidad", indica su presidente, Jacinto Mellado.

Las organizaciones vecinales también requieren un mayor control sobre aquellas infracciones que tienen que ver con los ruidos que provocan los locales nocturnos durante los fines de semana. Este es el caso de la asociación de vecinos La Madrila, cuyo presidente lleva varios años denunciando "la contaminación acústica" provocada por bares que "no cierran cuando deben", explica Miguel Salazar. Desde el colectivo se critica la falta de atención del ayuntamiento, tanto por la falta de vigilancia de la policía como por la escasez de propuestas del gobierno municipal en relación a ese asunto.

En cuanto a la valoración de la atención que el consistorio presta a sus necesidades, hay opiniones muy variadas. Algunos colectivos critican la escasa ejecución de proyectos, como ocurre en el barrio de Sierridos, cuyo presidente vecinal, Javier Bermejo, piensa que el ayuntamiento "ofrece buenas palabras, pero pocas obras". En el lado contrario, la asociación Angelita Capdevielle alaba la "comunicación fluida", dijo su presidente, Antonio Rodríguez, con los responsables municipales, y el cumplimiento de los plazos en la puesta en marcha de obras.