La Ribera del Marco se convierte en símbolo de la capitalidad y su principal escenario. La zona, que conecta el sur con el norte de la ciudad, está concebida en el proyecto como "un espacio con un enorme potencial gracias a su carácter vertebrador, su riqueza patrimonial y sus valores ambientales". Este corredor representa el polo del conocimiento, por el campus universitario, hasta el de la innovación, con nuevos edificios en el poblado minero de Aldea Moret.