El obispado reclama la vivienda de la ermita del Amparo, que lleva más de tres años ocupada por una familia y denuncia la suciedad que la misma acumula junto al templo. La Iglesia ya ha hecho efectivo un requerimiento en el juzgado para recuperarla. "Está en manos de los juzgados. De momento están recopilando datos y estudiando de qué manera van a proceder para conseguir que se se vayan", indicaron fuentes cercanas al obispado de Coria-Cáceres.

Según explicaron desde el obispado y la cofradía los actuales inquilinos entraron en la casa cuando falleció la abuela de uno de ellos, que estuvo viviendo en ella durante años y se encargaba de abrir y cerrar la ermita a diario. Ella tenía un contrato con el obispado de arrendamiento, sin embargo los ocupantes de ahora no lo tienen. "Llevan ahí tres o cuatro años sin contrato. Hemos intentado echarlos por las buenas pero no hacen caso. Así que el obispado ha tenido que ir por lo legal", apostilló el mayordomo de la cofradía del Amparo, Juan Narciso García-Plata.

Según Juan Narciso el mayor problema es la suciedad que hay acumulada tanto dentro como fuera de la casa. De hecho, ayer, podía observarse en la acera de las ermita decenas de troncos, trozos de madera o juguetes de niños. "La gente que pasa por allí ve eso y se piensa que es de la ermita. Si no hubiera ningún problema como este a nosotros nos daría igual que estuvieran allí", se refirió el mayordomo.

Los vecinos de San Marquino protestan también por la suciedad que hay junto a la ermita. Esta situación ha hecho que muchos de ellos, que subían a diario a la ermita dejen de hacerlo. "Hemos visto gente muy rara por allí, nosotras somos mayores y tenemos miedo", dijo una vecina que, como el resto, prefiere guardar su identidad. "Personalmente yo no tengo miedo pero desde un tiempo nunca subimos solas a la ermita por si acaso pasa algo. De momento no nos han hecho nada pero hay que prevenir", comentó otra residente del barrio, que añadió que esta circunstancia ha obligado, además, a cerrar la ermita mucho antes.

El obispado, según explica el Juan Narciso, el mayordomo de la cofradía, quiere recuperar la vivienda para ofrecérsela a alguna familia con problemas. "Aunque también se ha pensado en dejársela a Cáritas o en construir allí un punto de información sobre las cofradías", dijo.