Amplitud de horarios, alta variedad de productos, trato personalizado y cercanía con el cliente son algunos de los puntos fuertes que favorecen al comercio pequeño frente a las grandes superficies. El mejor ejemplo de ello: el ultramarino.

Hasta los años 80, en la ciudad proliferaron multitud de tiendas de ultramarinos. Los cacereños acudían a ellas para comprar toda clase de productos.

Hoy día, más de 30 años después, se ha producido una vuelta a los hábitos de antaño, a los más tradicionales. Por ello, a este tipo de establecimientos que, más allá de vender el pan del día, son como un gran supermercado en versión reducida, ahora se les llama multitiendas. Como se puede comprobar cambia el nombre, pero no el concepto. Y la esencia es la misma.

En la ciudad hay un total de 80 multitiendas, según los datos facilitados por la Asociación de Empresarios del Comercio de Cáceres (AECA). "Es un negocio fácil de montar porque no requiere una fuerte inversión ni especialización", informa la gerente, M Angeles Costa.

Sin embargo, no todo ha sido siempre tan sencillo para estos empresarios, ya que hace algunos años vieron cómo se reducían sus ventas por las consecuencias que tuvo la nueva legislación en dos de sus productos estrellas: el alcohol y el tabaco.

Debido a esto, Costa asegura que algunos de sus asociados sopesaron la idea de transformarse en una tienda de conveniencia "para poder tener una máquina expendedora". Los requisitos para llevar a cabo este proceso suponen aumentar el horario, que tendría que ser superior a las 18 horas al día, y una distribución del local más específica. Pero no obstante, "no todo el mundo puede cumplir con eso y por ello les resulta más complicado", reconoce la responsable.

VEINTE AÑOS DE RUYME Rosa Merino y Antonio Ruiz son los propietarios de las cuatro multitiendas Ruyme de Cáceres --el nombre se forma con las sílabas iniciales de sus apellidos--.

La primera de ellas abrió en el año 1993, en un local ubicado en la calle Argentina y que con el tiempo decidieron dejar de alquilar. Por este motivo, ya hace más de 12 años que están trabajando en otro, a la misma altura de la calle, pero en la acera de enfrente. Desde entonces, "no sé si será la suerte o que hemos caído bien, pero allí donde estamos las tiendas funcionan de maravilla", confiesa la vendedora a este diario.

En torno a un centenar de personas al día pueden entrar a comprar en su negocio. Las horas puntas se localizan al cierre del colegio y los domingos después de la misa."Muchas veces hemos dicho que íbamos a tener que poner un cuenta-gente", bromea Merino, quien a su vez, considera que muchos de ellos "vienen por el trato personal".

Por su parte, la competencia que ha tenido Ruyme ha sido cambiante, pero a su dueña nunca le ha importado: "A veces la competencia es buena".

ASPECTOS CLAVES Con el paso de los años, el mayor obstáculo que han tenido que soportar las multitiendas ha sido tener como principal competidor a las grandes superficies comerciales.

"El recurso que tienen este tipo de tiendas es la cercanía humana con el cliente. La persona no se tiene que desplazar porque las tiene cerca de casa y esa proximidad entre comerciante y consumidor siempre va a ser bien recibida", explica el director de la Cámara de Comercio de Cáceres, Jorge Prieto.

Asimismo, subraya que en una ciudad tan turística como Cáceres, esta clase de comercio tiene un nicho de mercado muy importante con los visitantes.

"Hay que realizar un gran trabajo para competir en horarios y precios con las grandes superficies", argumenta Prieto, quien vaticina que "tienen un largo recorrido dentro del comercio de Cáceres y de la provincia".

El director de la Cámara, a su vez, confía en que, pese a las dificultades de los tiempos, "el comercio de proximidad siempre va a tener su clientela".

CIFRAS Sin embargo, las multitiendas no sólo se valen del trato cercano con el cliente para hacer frente a sus competidores.

Otro aspecto esencial a tener en cuenta son los horarios en los que estos establecimientos permanecen abiertos al público, que se estiman en torno una media de 13 horas al día. Además, la mayoría de ellos no cierra ningún día del año, incluso se trabaja en los días festivos.

Con el fin de repartir la carga de horas, estas pequeñas empresas disponen de dos trabajadores: uno en el turno de mañana y otro por la tarde, cuyo sueldo medio oscilará entre los 600 y los 900 euros mensuales

Por otra parte, el alquiler del local puede variar dependiendo de su ubicación, pero lo habitual es que se sitúe en unos 450 euros al mes aproximadamente.