A finales de la Edad Media, la villa cacereña se vio obligada a crecer y lo hizo en dirección a la parte más llana. Desde entonces, la plaza Mayor ha sido el eje de expansión y el corazón de la vida social y comercial. La ruta arranca en el propio ayuntamiento (1), levantado en 1869 en el solar de la cárcel vieja, y sigue hacia el Foro de los Balbos (2), Torre de la Yerba (3), muralla (4), Torre de los Púlpitos (5), Torre de Bujaco (6), Ermita de la Paz (7) y Soportales de la plaza Mayor (8), levantados desde el siglo XVI y ocupados por gremios: portal del pan, portal de la botica, portal de los plateros...