Hace años, muchos años, en Cáceres se celebraba el 2 de febrero El Día de Las Candelas y la Romería de San Blas, tanto, que la tarde de ese día era festivo, cerraba el comercio, oficinas, la escasa industria y no había clases en los centros educativos.

Durante la mañana la ciudad transcurría de forma normal. Los que podían y querían iban a la procesión de la Virgen de Las Candelas, desde su ermita hasta San Mateo, donde muchas madres presentaban a la Virgen a sus hijos recién nacidos, o con menos de un año, emulando así la presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén.

Por la tarde, tempranito, se iba a la ermita de San Blas ataviados con vestuario tradicional, sobre todo niños y jóvenes, e inclusive con algún disfraz, ya que el día de Las Candelas era como el pistoletazo de salida de las fiestas de carnaval.

Se le llamaba popularmente romería de San Blas, aunque realmente era más un paseo por los alrededores de la ermita. Había tamborileros y se cantaba y bailaba al libre albedrío con familiares y amigos. También había vendedores de globos, golosinas, churros, etc., pero sobre todo coquillos, tanto de azúcar como de miel.

AL CAER la tarde la mayoría se dirigía a la plaza Mayor, ya que, generalmente, el Círculo de Artesanos organizaba fiestas infantiles y comenzaban sus bailes de precarnaval.

Pero transcurrió el tiempo y con él las necesidades y costumbres. Hace varias décadas una señora que colaboraba con la Parroquia de San Mateo, creo originaria de Los Cuatro Lugares, incorporó a la procesión de la Virgen de Las Candelas el Rito de Las Purificás al estilo de Monroy, como si las tradiciones fuesen de copiar y pegar.

También décadas atrás, el ayuntamiento, a petición de algunos colectivos, entendió que no se podía paralizar la ciudad una tarde y decidió que esa pequeña fiesta se pasara a la tarde del sábado más próximo, pero sin ser fiesta oficial.

La Asociación de Vecinos de San Blas ha intentado con ahínco que esa pequeña romería no se pierda, pero tanto ellos, como el ayuntamiento, se han olvidado que las dos fiestas, los dos nombres o denominaciones 'Fiesta de Las Candelas y Romería de San Blas', siempre tradicionalmente han ido unidos, y que hay muchos cacereños que ya no se sienten identificados por creerla más una fiesta de un barrio concreto.

LA ASOCIACION Cacereña de Folklore El Redoble, desde su inicio hace más de treinta años, ha asistido siempre a San Blas, tanto con su grupo principal como con sus escuelas infantil y juvenil, así como con muchos de sus antiguos componentes y familiares y amigos, pero no es suficiente, hay que intentar entre todos que esta tradición tan cacereña no siga el camino de otras, ya irremediablemente perdidas, y hay que conseguir que nuestros niños y jóvenes, además de conocer fiestas importadas de otros países, conozcan también las nuestras.

Para ello ruego a la comunidad educativa que imite lo que hacen en otras ciudades, por ejemplo como en Madrid, donde a los niños de preescolar e infantil les preparan fiestas de 'Chulapos' por San Isidro.

También ruego a las autoridades competentes que hagan lo posible para que esta tradición permanezca en la ciudad, y que si se dignan asistir, ¡ojalá ataviados de Campuzas y Campuzos!, tal vez arrastren a más personas con ellos.