El Centro Extremeño del Flamenco ha organizado el I Encuentro Autonómico de Artistas y Asociaciones del Flamenco Extremeño, con la participación de una treintena de artistas, en el Gran Teatro. El Niño de la Ribera recibirá un merecido homenaje en el mismo escenario donde el gran Polito sacó en brazos a Simón García Bermejo con apenas 9 años.

Simón García Bermejo nació en la cacereña calle de Camino Llano en el año 1934. Sin ser consciente de ello, cantaba por fandangos en el lavadero que su padre tenía en la Ribera del Marco cuando una tarde las mujeres estallaron en salvas de aplausos. De ahí, a cantar en las reuniones de Acción Católica y de allá al concurso radiofónico donde recibió el espaldarazo definitivo para ser conocido en toda la ciudad.

En Semana Santa, el Niño de la Ribera cantaba saetas desde el balcón de su hermana en la Plaza Mayor. Saetas extremeñas, al gusto del público de los años cuarenta. Recuerda divertido una ocasión en la que la lluvia aplazó las procesiones. Por la mañana comenzaron a sonar los tambores y cornetas y él, salió raudo al balcón. "Canté la misma saeta de La Magdalena, al Nazareno y a todos los pasos que iban desfilando porque era la única que me sabía entonces". El maestro Moretón cogió al niño bajo su manto y comenzó a enseñarle los distintos palos y a educar su voz.

"Así como las capeas eran la escuela del toreo, los bares y las fiestas eran la universidad de los cantaores". Contrariamente a lo que opinan parte de los que vivieron la noche aquellos años "muchos de nosotros le debemos a los señoritos que nos sacaran a cantar, que actuáramos fuera de las fiestas que se organizaban en nuestras propias casas, como fue mi caso o el de Camarón", con el que Simón cantó en dos ocasiones en Cáceres y también en Mérida y en Madrid.

El Niño de la Ribera se siente profeta en su tierra y allende los mares. "La gente cree que en el extranjero se conoce España por el fútbol pero más conocida y reverenciada es aún por nuestro flamenco y la fiesta taurina".

Si en su casa supuso un disgusto que el niño se dedicara al cante, su afición por los toros ya llegó al lamento, "hacía sufrir mucho a mi madre y lo dejé", comenta el presidente del Club Taurino de Cáceres desde 2012. El de la ciudad, fundado en 1952, es uno de los clubes más antiguos del país y en sus épocas de gloria llegó a reunir a 500 socios.

Su éxito no ha sido en ningún caso un regalo. "En el flamenco, en la vida en general, hay que trabajar mucho y muy duro porque somos mucha gente", declara el hombre que "nunca fue esclavo de su voz" y destaca en todos los palos, desde la soleá a la malagueña pasando por los fandangos de Cádiz o los jaleos extremeños.

El festival que ahora rinde homenaje al maestro tendrá lugar el sábado, 25 de abril, a las nueve de la noche. Participarán en él: Cándido de Quintana, Felipe Lara, Pedro Cintas, Raquel Cantero, Celia Romero, Paco Dávila, El Madalena, Eugenio Cantero, Juan Corrales, Tacones, Mara Alegre, Nane Ramos, Fefo, Jorge Peralta El Pitini, Jesús Ortega, Carmen Rosado, J. Antonio Conde, Javier Conde, Francis Pinto, Juanma Moreno, Joaquín Muñino, Claudio Borrellá, Manolín García, Niño de la Isla, El Pira, Miriam y César Cantero.