No es la primera vez que una novela gráfica da el salto al cine. En este caso será el ilustrador Fermín Solís (Cáceres, 1972) el que aporta la materia prima y bajo el amparo del reconocido productor Manuel Cristóbal (Los muertos van deprisa, El perro verde, Gritos en el pasillo y Arrugas ), los estudios Glow de Almendralejo y RTVE, la novela gráfica Buñuel en el laberinto de las tortugas verá la luz en la pantalla grande en 2018.

--¿Cómo ha sido el proceso desde que publica la novela hasta que le anuncian que quieren animarla?

--Ha sido muy largo. No ha sido de un día para otro. El libro salió en 2008 y ya José Pedro Domínguez, del centro de documentación de Las Hurdes quería hacer un corto. Más tarde, hacemos contacto con Glow y él conoce a Manuel Cristóbal y se enamora del cómic y dice "esto es lo que yo buscaba desde Arrugas " y apostó por el largo. Han pasado ocho años por el camino.

--Da la casualidad de que Manuel Cristóbal ostenta varios Goyas en su regazo, ¿qué supuso para usted que 'se enamorara' en su obra?

--Es un subidón de alegría. Fue emocionante. Nunca piensas que tu obra pueda trascender de esa manera y llegar a tanto público. Es muy champechano y en la primera reunión nos regaló un libro de arte de Arrugas y me dijo, el próximo será tuyo.

--Buñuel ha llevado el lastre de ser un autor ninguneado por el país y rechazado en Extremadura, ¿el tiempo ha reconciliado a Las Hurdes con Buñuel?

--Recuerdo cuando presentamos en Pinofranqueado el cómic y todos los carteles estaban decapitados. Yo creo que poco a poco se está intentando reconciliar a Las Hurdes y creo que la película ayudará en ese proceso.

--La animación es un género para un público muy definido hasta hace poco.

--Puede echar a un cierto público porque piense que es infantil. Podría hacerse con imagen real pero perdería mucho encanto. Por suerte en las salas españolas poco a poco se van rompiendo esos prejuicios.

--Va ganando terreno, pero en cuanto a producción España sigue a años luz con respecto a Europa, ¿qué opina usted?

--España sigue a años luz en muchos campos. Aquí hay muy buenos ilustradores pero tienen que marcharse si quieren triunfar. Uno de los encantos de esta película es que se editará íntegramente con profesionales españoles que vendrán a vivir a Almendralejo, donde están los estudios. Los animadores son las personas más viajeras que conozco. Siempre están con la maleta de un lado para otro.