Juli Sansón, de la empresa Miguel Sansón Forja Artística (Almoharín), también comparte la idea de solicitar la conversión de esta carretera en una autovía debido al gran volumen de tráfico que soporta a diario. Para ella lo más peligroso son los ciclistas que circulan por los arcenes, al ser estos demasiado estrechos (no llegan al metro de anchura). Junto a su casa hay un paso de peatones para cruzar a la otra acera: «Pasan muchísmos coches, para cruzar desde mi casa tenemos que esperar mucho tiempo».