Toñi Casado se crió entre seis hermanos. Está acostumbrada al bullicio del hogar y a ese ritmo frenético de convivencia que implica compartir infancia con una familia tan extensa. Ahora habla por partida doble, como hija y como madre. La cacereña y José María Hidalgo comparten hogar y cinco hijos: Esperanza, Gloria, Lola, Juan y José. Todos rondan ya la veintena y apenas les separan dos años de diferencia a cada uno, de hecho, al menos tres ya han terminado la carrera.

Siempre tuvo claro que quería tener muchos hijos, quizá influenciada por su experiencia infantil. No sabe asegurarlo. Lo que sí tiene claro es que son su «alegría». Como la familia de Toñi y José María viven en Cáceres 840 familias numerosas, 762 son de categoría general -con tres o más hijos- y 78 de categoría especial -dentro de este punto entran hijos de viudos o familias en el que uno de los hijos tenga una discapacidad-, según recoge Anfares con los datos de 2015. En la provincia cacereña hay 4.640 familias, 3.839 de categoría general y 801 de régimen especial.

Aunque su orgullo no quepa en sí, asegura que «el día a día no es fácil». Cierto es que la familia Hidalgo Casado es una de las más de 600 familias numerosas que ha resultado beneficiaria de la exención del IBI que ha anunciado esta semana el ayuntamiento. Según anunció Rafael Mateos, portavoz del equipo de Gobierno, la nueva ordenanza «recoge dos supuestos para que las familias numerosas se puedan acoger a esta exención tributaria. En el primer caso, se contemplan bonificaciones para las que tengan tres hijos y cuenten con una vivienda que tenga un valor catastral de unos 105.000 euros. Este supuesto afecta a 489 familias que se ahorrarán unos 103 euros».

No obstante, a pesar de esta bonificación, asegura que la rutina «se complica» conforme crece el número de hijos. «Aumentan los gastos», destaca Toñi. Por este motivo, reclaman más implicación y más recursos a la hora de afrontar los servicios básicos. Entre ellos, la madre de cinco hijos destaca la cesta de la compra y los precios de productos. «A la semana pueden ser 100 euros, lo notamos en los productos frescos, y en el aceite, le temo, es carísimo, el aceite y el detergente», destaca. Por otro lado, a propósito de sus tres hijas, destaca el impuesto sobre los productos como los tampones y alude a la ‘tasa rosa’.

Casado hace mención también a servicios como el autobús urbano. Apunta que «es imposible» hacer frente a los abonos para todos los niños. ¿La solución? Tuvieron que comprarse un coche para organizar los desplazamientos. «Me parece excesivo», asevera. José María es electricista y Toñi no trabaja, se encarga «del cuidado de sus hijos». Las opciones de ocio también son poco accesibles para la familia. «Si quieres llevar a todos a la piscina no podemos». En cualquier caso, Toñi asegura sentirse «afortunada». «Que no hayamos dado todo a nuestros hijos ha condicionado que sean más responsables», manifiesta.

La Asociación Cacereña de Familias Numerosas (Anfares) también ha valorado el incremento de beneficiarias de la exención del IBI -en 2017 fueron 567-, no obstante, al igual que Toñi y José María aseguran que aún «muchas» se quedan fuera y reclaman más colaboración de la administración local. Para ello, elabora una serie de medidas para mejorar la situación de los hogares con tres o más hijos y baraja opciones como que se creen órganos para la coordinación efectiva de entidades con las asociaciones que defiendas los derechos de las familias numerosas, que se establezca un calendario con fechas e interlocutores concretos, que se cree un registro de familias numerosas, que se de audiencia al colectivo a la discusión sobre las ordenanzas municipales cuando se están desarrollando, entre otras.

También solicitan que se promocione el asociacionismo con el apoyo financiero y social. Por otro lado, establecen unas pautas sobre la concesión de ayudas y becas e instan a que no se establezcan límites absolutos de ingresos y que se establezcan ayudas locales trimestrales o semestrales.