El autobús urbano tuvo el pasado año 4.496.147 usuarios, según los datos que avanzó ayer el portavoz del gobierno municipal, Rafael Mateos, al término de la junta local de gobierno, en la que se informó de la estadística de viajeros del pasado año que ha presentado Subus, empresa que gestiona el servicio de transporte público en la ciudad. Es el tercer año consecutivo con incremento de usuarios, aunque todavía se está lejos de los resultados de hace una década, cuando se alcanzaron los seis millones.

La línea 2 (La Mejostilla-Espíritu Santo) es la que tiene más viajeros, con 942.522 usuarios. Es un dato que se repite todos los años. La 8 (urbanización Sierra de San Pedro-Cáceres el Viejo) se consolida como la segunda con mayor potencial. La tercera es el servicio que se presta al campus universitario, con 735.894 usuarios en 2018. Lejos queda la siguiente, la línea 1 (plaza de obispo Galarza-Aldea Moret), que cerró el pasado año con algo más de medio millón de viajeros cuando hace una década se acercaba al millón.

El autobús urbano perdió usuarios durante más de una década. En el año 2005 tuvo casi seis millones de viajeros y líneas como la 2 o la del campus universitario superaron el millón. Fue cayendo años tras año hasta llegar a 2016, cuando se ganó usuarios con 47.000 viajeros más. En 2017 subió con 135.000 más. El aumento en 2018 ha sido de 70.000. El dato más bajo de la década ha sido 2015, con 4.244.885 usuarios.

Entre las razones del aumento de viajeros en los últimos tres años están «la renovación de la flota, la mejora de los servicios, la recarga electrónica, el sistema de geolocalización o la nueva estación de autobuses», según explicó ayer el portavoz del gobierno.

Un incremento de usuarios tendría que incidir en la reducción del déficit del servicio. Los costes que tiene el servicio de transporte público son muy superiores a los ingresos que se obtienen de la tarifa y de la publicidad de los vehículos. El ayuntamiento afronta el déficit con una subvención al servicio. Esa aportación ha rondado los 3 millones de euros desde que se inició la actual concesión en junio de 2014. En el primer año del contrato (junio 2014-mayo 2015), la subvención fue de 2.841.785 euros. Esta cantidad fue ligeramente superior en el segundo año, cuando ascendió a 2.857.793 euros. La previsión que había para el tercer año era de 2.877.226 euros.

Frente al incremento del número de usuarios y de ingresos están los costes que se suman con las modificaciones en el servicio. Los nuevos cambios que ya están aprobados y que entrarán en breve en servicio se calcula que suman un coste de 152.000 euros. Entre estas modificaciones están la unión de las líneas 3 y de refuerzo del campus para llevar el transporte público hasta el nuevo hospital, en la finca del Cuartillo.

Preguntado ayer sobre cuándo empezaría a funcionar la línea hasta el nuevo hospital, el portavoz del gobierno local aseguró que se está a la espera de recibir la comunicación de la Consejería de Sanidad. «En cuanto que formalmente la consejería comunique al ayuntamiento que el día 28 de enero el nuevo hospital va a prestar servicio, el día 28 habrá autobuses que bajen al hospital», aseguró ayer Mateos.