Llegaron a su finca a mediodía, ubicada en Los Millares, en el paraje El Galindo junto a la carretera EX-100, que une Cáceres con Badajoz. Sobre las dos de la tarde procedieron a encender una barbacoa sobre una carretilla, a pesar de que era un 23 de julio, época de alto riesgo de incendios y en la que están prohibidas estas prácticas. Alrededor de la finca había además abundante pasto seco, pero no pusieron ninguna medida de seguridad para impedir la posible propagación de las brasas.

Sin embargo, tras encender el fuego, saltaron chispas de la barbacoa que originaron un incendio que acabó por calcinar 1.498 hectáreas de terreno forestal, superficie reforestada y pasto ganadero. Las llamas se propagaron rápidamente debido a que hacía viento y los bomberos y personal del Infoex necesitaron cuatro días para dar por extinguido el incendio.

Fue necesario declarar el nivel 1 de peligrosidad debido a que las llamas se encontraban muy cerca de varias viviendas que hay en ese paraje y un centenar de personas tuvieron que ser desalojadas de sus casas por la proximidad del fuego. Hubo además que cortar el tráfico de la EX-100 por el intenso humo.

La Audiencia los ha condenado a dos años de prisión a cada uno y a pagar casi 255.000 en indemnizaciones por los daños causados. A la Junta de Extremadura deben abonarle 140.210 euros por lo que costó la extinción del incendio; más otros 90.000 euros que ha costado la restauración ambiental (el incendio afectó a una Zona Especial de Protección de Aves). Deben indemnizar también a siete vecinos que sufrieron daños en sus viviendas; uno de ellos perdió 25 colmenas.