A sus 40 años, Fernanda Franco es una de las voluntarias/ formadoras de Cáritas que imparten módulos en la Escuela de Trabajadoras del Hogar. Pese a las exigencias del día a día y al cuidado de sus tres hijos, saca tiempo para realizar esta labor altruista que le permite ayudar a otras mujeres a canalizar su futuro con un empleo digno. En concreto, se encarga de impartir los módulos de Cuidado de Niños, Técnicas de Limpieza, Organización del Hogar, Alimentación y Nutrición.

Fernanda conoció la existencia de Cáritas hace 15 años. Recién llegada de Argentina, la guardería de esta ONG en Cáceres le proporcionó un lugar seguro donde dejar a su bebé mientras trabajaba y lograba abrirse hueco en la nueva ciudad. Nunca lo olvidó. Formada en Inserción Laboral, asegura que siempre tendrá su mano tendida. «Aquí estoy para lo que sea preciso. Cáritas necesita voluntarios en su gran labor, los presupuestos son reducidos», afirma.