Cáceres tiene mucho tomate... y eso le encanta a los franceses. Más bien las salsas y los concentrados de este sabroso manjar que se transforma en la zona de Miajadas. Entre enero y septiembre del pasado año, el país vecino llegó a importar 25 millones de euros solo en preparados alimenticios a base de tomate. Pero además, los galos demandan el tabaco cacereño, las aceitunas, las cerezas, la carne, la miel, los productos lácteos y las manufacturas de caucho y plásticos. Y es que Francia se convirtió el pasado año en el primer mercado de Cáceres en el extranjero. Dos de cada diez euros se vendieron a este país, que recibió el 21% de las exportaciones cacereñas en los tres primeros trimestres de 2019. Francia no solo recuperó la primera posición que le había arrebatado Portugal en este ranking, es que se distanció casi el doble de los lusos.

Cáceres está consolidando el ritmo de exportaciones que ha alcanzado en los últimos años, desde que los productores tuvieron que agudizar el ingenio y buscar fuera lo que el mercado nacional no podía ofrecerles debido al parón del consumo. De enero a septiembre de 2019, la provincia realizó 15.283 operaciones de venta a un total de 118 países de todos los continentes, por un valor de 339 millones de euros. Así lo detalla la Base de Datos de Comercio Exterior de la Cámara y la Agencia Tributaria. Francia lidera en solitario el primer puesto como destino preferente: hasta septiembre (incluido) había comprado a Cáceres mercancías por valor de 72’8 millones, seguida de lejos por Portugal, con 42’7, Alemania, con 40’9, Bélgica, con 28’2, e Italia, con 25’8.

El mayor especialista en las exportaciones cacereñas se llama Víctor Grajera y es el coordinador del Área Internacional de la Cámara de Comercio de Cáceres, una entidad que presta una ayuda integral a las empresas que se atreven a saltar fronteras. Afirma que Francia se ha colocado en el primer puesto con semejante contundencia porque es un país muy próximo, con un gran volumen de población que aprecia el tipo de productos que genera esta provincia, y con una burocracia sencilla al pertenecer a la UE (libre tránsito de personas y mercancías). Pero sobre todo, «porque Francia no solo consume lo que compra a Cáceres, sino que además se constituye como una plataforma logística de distribución a otros países, por ejemplo a la zona de Centroeuropa, a través de sus grandes firmas (Carrefour, E. Leclerc...)», detalla Víctor Grajera.

LA CESTA GALA / En 2019, el país galo importó 25 millones de euros de preparaciones de salsas y concentrados de tomate procedentes de la zona de Miajadas (18’6 millones de kilos entre enero y septiembre), y 13’2 millones de euros en productos farmacéuticos, una partida que ha experimentado un aumento espectacular. Además, adquirió 7’8 millones de euros en tabaco en rama (1’6 millones de kilos), el producto estrella de Cáceres. También compró 5’4 millones de euros en conservas vegetales (8’3 millones de kilos), casi todas aceitunas negras, otro gran reclamo de la provincia en el extranjero; y 5’3 millones de euros en frutas, especialmente cerezas (2’5 millones de kilos).

Pero además, Francia recibió desde Cáceres 5’2 millones de euros en manufacturas de plásticos, productos muy vinculado a la empresa Iberhipac de Saucedilla; y 4’7 millones en caucho y sus manufacturas, un capítulo que procede prácticamente de la planta de Hutchinson (Catelsa, en Las Capellanías), dedicada a la fabricación de piezas de caucho y termoplásticos para el sector automotriz.

Al margen de las principales partidas, a Francia también se le envían armas, carne, jabones y detergentes, ceras, mobiliario, productos lácteos, miel natural, especias, manufacturas de fundición de hierro y acero, bebidas, carbón vegetal, aceites, instrumentos de óptica, cosmética... En el total de 2018 se superaron los 100 millones de € en operaciones cacereñas con importadores galos.

De hecho, vender a Francia es casi más fácil que hacerlo a Canarias, que tiene ciertas complejidades burocráticas. Existe además una larga tradición de comercio con los franceses. «La primera expedición empresarial extremeña al exterior fue organizada por la Cámara de Cáceres en 1993, precisamente a Francia, a SIAL, la gran feria de la alimentación de París. Desde entonces hemos participado de manera ininterrumpida a fin de consolidar, fidelizar y ampliar el mercado francés para las empresas cacereñas», señala el responsable de comercio exterior.

EN EL NIVEL DE LOS 450 MILLONES / Al margen de los galos, Cáceres comerció en 2019 con más de 110 países como China, Taiwán, Nueva Zelanda, Japón, Malasia, Arabia, Israel, Hong Kong, Sudáfrica, Senegal, Mali, Singapur, Haití, Seychelles, Islandia, todos los países europeos y gran parte de los americanos. En general, a falta de conocer los datos del último trimestre de 2019, que suele ser fuerte por las campañas agrícolas, todo indica que las exportaciones cacereñas se consolidan por encima de los 450 millones de euros.

Y es que la provincia ha pasado en dos décadas de operar con el exterior por 170 millones de euros, al récord histórico de los 473 millones registrado en 2017, o los 470 de 2018. «Cuanto más vendamos a los mercados internacionales, mucho mejor. Cáceres no tenía tradición exportadora pero la crisis obligó a las empresas a hacerlo si querían mantener su volumen de producción y venta. El aumento ha sido bastante significativo, hay que seguir en esa línea», subraya Víctor Grajera.

Los primeros destinos fueron los europeos por su cercanía y facilidad de tramitación. «Poco a poco, desde las administraciones que tenemos competencias en comercio exterior, tratamos de que las empresas comenzaran a diversificar ese riesgo en terceros países. Nos estamos dirigiendo mucho hacia Extremo Oriente, potenciando también los acuerdos de libre comercio suscritos por Europa con Canadá y Japón. Son mercados muy interesantes a corto plazo para las empresas», subraya el coordinador del Área Internacional de la Cámara de Cáceres.

SUBEN ALEMANIA Y BÉLGICA / Aun así, Europa continua como destino preferente de los productos cacereños. Tras Francia se sitúa Portugal, que compra tabaco para su centro de producción de Philip Morris, caucho, fruta de hueso (cereza) y conservas vegetales. No obstante, el país luso pierde peso en la balanza cacereña porque ha disminuido su importación de carne de bovino. El tercero es Alemania, que se consolida como un gran mercado para Cáceres, con un fuerte incremento en 2019 (41 millones de € en los nueve primeros meses) respecto a 2018 (23 millones). Los germanos demandan sobre todo tabaco, fruta, carne de caza, caucho, tomate y manufacturas de hierro y acero, una partida que se ha incrementado sobremanera por las exportaciones que realiza la empresa Imedexsa, de gran peso internacional (tiene fábricas en Casar de Cáceres y Santiago del Campo), para la reelectrificación de infraestructuras que ha emprendido Alemania.

Bélgica ocupa el cuarto puesto con tabaco, instrumentos de óptica y precisión, cerezas, y fundición de hierro y acero. Sorprende la fuerte subida del comercio con este país, que se ha duplicado con respecto a 2018, pasando de 14’1 millones a 28’2 en el periodo de referencia. En quinto lugar se sitúa Italia, que se lleva cerezas, medicamentos, tabaco, y aceitunas y salsa de tomate para su industria pizzera. Marruecos ocupa el sexto, pero es el primer país extracomunitario que comercia con Cáceres (21 millones). El siguiente fuera de la UE es Rusia (11’6) y EE UU (5’4).

Por productos, el ‘top cinco’ de las exportaciones de Cáceres a todo el mundo está formado por el tabaco en rama, seguido de la fruta de hueso (mayoritariamente cereza), derivados del tomate, caucho y conservas vegetales (aceituna, sobre todo la negra). Destaca el sexto capítulo por su auge extraordinario: los productos farmacéuticos, que registraron operaciones por valor de 24’4 millones entre enero y septiembre de 2019, sobre todo medicamentos de uso terapéutico y profiláctico.