El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, indicó ayer que se estudiarán «varias opciones» para ayudar al sector hostelero de la ciudad pero advirtió de que suprimir la tasa de terrazas para el año que viene cuando ya se ha prestado el servicio supone «muchas dificultades legales» ya que, cuando ya se ha llevado a cabo la actividad por la que se paga ese tributo, «es muy difícil no cobrarlo». Así respondió el regidor a la petición del sector hostelero de que no se pase al cobro la tasa de instalación de terrazas el año que viene debido a las pérdidas que ha supuesto para los negocios la situación sanitaria provocada por la pandemia. Salaya incidió en que la situación económica de las arcas municipales «no es buena» y empeorará con una caída de los ingresos pero, no obstante, defendió que Cáceres «está siendo un ejemplo de apoyo a la hostelería».

«No todo son las tasas de las terrazas o las ayudas directas a los empresarios», dijo, al tiempo que recordó que se han dado facilidades para la ampliación de las terrazas, se han respetado los recortes de aforo sobre las ampliaciones ya realizadas, y se han dado instrucciones sobre cómo realizar los cerramientos de los veladores, por ejemplo.