El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, fue ayer contundente al defender la entrada en vigor de los nuevos límites de velocidad que obligan a circular a 30 en la mayor parte de las vias de la ciudad. El martes fue el primer día de restricciones y el regidor dijo esto: «Tenemos los enfados habituales y más que esperados, pero se está produciendo un buen cumplimiento en la ciudad, lo cual agradecemos mucho. Lo hemos visto todos cuando hemos salido en el coche, o con la moto como es mi caso, que de repente ha bajado la velocidad real, de manera que no es solo una limitación formal».

El mandatario comentó incluso que la decisión «ha tenido buena acogida por parte de los vecinos», aunque admitió que «hay zonas en las que puede costar más entenderlo y zonas en las que menos; pero cualquiera puede entender que una calle con un solo sentido y aceras estrechas con peatones que incluso bajan a la calzada tengan una limitación de 30». 

Salaya añadió que si las vías a 50 «las veíamos excesivas», ahora «de lo que estamos hablando es de las posibilidades de supervivencia de un atropello; y un atropello a 50 tiene menos posibilidades de supervivencia que uno a 30».

En cuanto a la posibilidad de hacer un paso de peatones en la avenida del Ferrocaril, adelantó que se esperará a comprobar la efectividad de las reducciones y a la apertura de la ronda este, «puesto que la dinámica cambiará mucho».