El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, no ha traído buenas noticias sobre el coronavirus en su comparecencia de la mañana al avanzar que en la última semana se ha disparado la incidencia en la ciudad, que pasa de unos datos muy buenos porque estábamos rozando el color verde de la salvación a los 108 casos por 100.000 habitantes a 15 días y, lo que es más preocupante, a 86 casos a 7 días, "lo que nos viene a poner en una incidencia más alta de la media extremeña".

Caceres ha estado a entre 30 y 33 casos durante las últimas semanas, pero el mandatario municipal ha sido claro al precisar que esos valores van a aumentar, "porque si a 7 días estamos en 86, la semana que viene pasaremos de 150". Por zonas de la ciudad, la afectación es lineal aunque la más baja se encuentra en Aldea Moret, después de la dureza con la que atacó el virus y gracias a la prudencia que han demostrado los vecinos de la barriada en su conjunto.

Salaya ha admitido que estas cifras colocan a la capital "en una posición difícil, sobre todo por la progresión y el ritmo al que se está produciendo". El regidor ha sido tajante al aseverar que los casos se están disparando en menores de 25 años y que todo apunta "a que el origen de los diferentes focos que hay activos en este momento tienen que ver con fiestas y con el ocio nocturno".

El mandatario municipal se ha referido al brote de la fiesta de graduación de 2º de Bachillerato del colegio Licenciados Reunidos, "que tiene que ver con la actividad posterior a la organizada por el centro escolar". También ha aludido a los contagios detectados en la discoteca Zrrcus y ha adelantado algo que hasta ahora se desconocía, y es que en esta sala no hay un foco activo sino dos, pero que no tienen conexión entre sí. Sobre la discoteca, ha dicho que sigue abierta. "Sabemos que hace una semana estaban desinfectando el cartel, pero no sabemos nada más".

Sin embargo, el portavoz de la sala daba esta mañana casi por hecho que cerrará durante 10 días "por responsabilidad". Por la tarde ya no contestaba al teléfono, de manera que este diario no pudo confirmar la decisión definitiva. La terraza, al estar al aire libre, se mantiene abierta. Su empresa da trabajo a unas 18 personas, aunque la cifra fluctúa, todos han dado negativo, "excepto uno que dio positivo el pasado domingo por contacto con un compañero de piso", indicó.

Responsabilidad

El dirigente socialista no se ha cansado a lo largo de su intervención en pedir colaboración y responsabilidad a los jóvenes y a sus progenitores, "que piensen no solo en el daño que causan con estas actitudes, sino que piensen también en el daño que causan a la imagen de su generación, que en su mayoría sí cumplen las normas". Ha apuntado que hay mucha gente de 25 años hacia abajo que "lo está pasando muy mal, que tiene secuelas e incluso que han fallecido a causa del covid; entonces habrá que tomárselo muy en serio".

El edil recordó, una vez más, que siguen abiertos los cribados masivos en el PAC del hospital Virgen de la Montaña, de lunes a viernes entre las 15.30 y las 20.30 horas, y ha solicitado especialmente a los jóvenes a que acudan a los mismos. "Es una pena porque esta situación daña también la imagen del ocio nocturno, que es un sector muy importante en la ciudad y en el que la mayoría de sus empresarios están esforzándose muchísimo por mantener las normas y ser prudentes. Ayer hablé con hosteleros y me trasladaron ese esfuerzo, y que a partir de unas horas se les hace difícil hacer cumplir las normas".

Y precisamente sobre esas normas, Salaya ha considerado que son sencillas de acatar; "no estamos en la situación de hace un año ni hace año y medio. Sabemos dónde están los riesgos; podemos lavarnos las manos con gel hidroalcohólico, fumigar las terrazas y hacer los paripés que queramos fumigando también las puertas de los locales, pero si lo siguiente a eso es que nos metemos en un sótano sin ventilación y nos quitamos la mascarilla a la mínima ocasión, no vamos a mejorar nada".

Respecto a cambiar los calendarios de vacunación y adelantarlo a los más jóvenes, Salaya apunta que se resiste a ello. "Cuando las cosas van bien, a veces es mejor no tocarlas. Eso lo tiene que decidir Sanidad. En cualquier caso creo que lo más importante es que se está vacunando rápido y lo mejor es mantener la estructura como la tenemos".

Sobre el aumento de la vigilancia en el ocio nocturno, el alcalde ha manifestado que desde que se abrió, el control policial está siendo intenso, tanto en la plaza Mayor como entrando en los locales "y hay un refuerzo importante; lo que pasa es que todo no lo podemos arreglar con policía, tiene que haber un respaldo de responsabilidad". Admite, eso sí, que en los locales cerrados es mucho más difícil controlar el uso de la mascarilla y que "hay confiamos en los empresarios que los gestionan y en los propios usuarios. Pero es muy sencillo: si entramos en un local y no está cumpliendo las normas de seguridad lo mejor que podemos hacer es marcharnos de allí", zanjó Salaya.

Enfatizó que "no podemos poner en riesgo a una ciudad entera para tomarnos cuatro copas o hacer un poco de caja. Estamos en una situación muy difícil, en un momento de recuperación económica en el que las cosas van bien, en el que esta ciudad está pudiendo recuperar su principal motor económico que es el turismo. Así que por favor no pongamos en riesgo todo eso por una noche".