La Policía Local de Cáceres asegura que ya vigila las zonas en las que habitualmente se producen botellones en la capital cacereña y no intensificará las tareas de control. Así lo ha puesto de manifiesto el ayuntamiento este miércoles en relación a si aumentará la presencia policial en lugares como el entorno del edificio Zigurat, uno de los puntos en los que habitualmente se concentran jóvenes y en el que este lunes un menor de 17 años sufrió un accidente mortal tras precipitarse desde una altura de cuatro metros cuando se encontraba en una plataforma que da acceso a los locales del inmueble.  

Aunque los compañeros del joven fallecido y testigos de los hechos reiteraron en su declaración este martes, tal y como pudo conocer este diario, que en ningún momento se encontraban realizando botellón sino que regresaban de la piscina y habían hecho una parada, lo cierto es que las traseras del Zigurat es un punto en el que habitualmente, tal y como denuncian fuentes de mantenimiento y el administrador de fincas del inmueble, se reúnen jóvenes a beber debido a que es un punto apartado y oscuro.

Preguntados sobre este asunto por este rotativo, el administrador de fincas sostiene que han trasladado en reiteradas ocasiones su malestar al ayuntamiento debido a la suciedad y restos que dejan las personas que se concentran de forma sistemática a determinadas horas de la noche y cuya limpieza debe asumir el edificio. Al respecto, la única solución que ven factible es el aumento de la presencia policial ya que insisten en la dificultad para vallar los aledaños del edificio debido a que es una zona de tránsito para los ciudadanos.