El curso educativo en Cáceres ha arrancado este año marcado por la presencialidad en los centros y por la polémica que protagonizó el colegio Alba Plata después de que la familia de dos alumnas se negara a que las menores acudieran a clase con mascarilla. Fue hace cuatro días cuando se produjo el conflicto que enfrenta a los progenitores y a la administración pública. Desde entonces, la Junta de Extremadura se ha pronunciado hasta en tres ocasiones y a través de dos comparecencias del propio secretario general de Educación, que en su última intervención zanjó la postura regional y detalló que la mascarilla es obligatoria en el aula y avanzó que esta situación se trataría como un caso de absentismo y se activaría el protocolo correspondiente en el caso de que las menores no acudieran a clase ya que la causa por la que no asisten, no quieren usar mascarilla, no es justificación suficiente. A pesar de este anuncio, las niñas se ausentaron del aula el jueves y de nuevo hicieron lo propio este viernes, tal y como confirmó el propio centro. Este diario se puso en contacto de nuevo con los progenitores pero declinaron hacer declaraciones al respecto. De esta forma, si las menores continúan sin ir el plazo estimado, Educación pondrá en marcha los trámites para que se active ese protocolo de absentismo.

La pregunta es, ¿cómo combate la Junta este tipo de situaciones? ¿En qué consiste exactamente?. El propio Gobierno regional cuenta un Plan Regional para la Prevención, Control y Seguimiento del Absentismo Escolar en la Comunidad Autónoma de Extremadura que aprobó en 2007. Según este plan se establecen varios tipos de absentismo. El primero de ellos es la desescolarización, es decir, cuando el alumnado en edad de escolarización obligatoria no está matriculado en ningún centro educativo. Este primer supuesto no se contempla en el caso de las menores. También recoge el absoluto, cuando el alumnado está matriculado pero no asiste nunca al centro; crónico, si está matriculado no asiste de forma habitual al centro, puntual o intermitente, si no asiste determinados días o a determinadas áreas, de temporada, si no asiste en determinadas épocas y por último, pasivo si asiste pero manifiesta una conducta de boicot.

A estos efectos, la Junta considera que existe absentismo si el alumno acumula faltas de asistencia equivalentes al 25% del tiempo lectivo aunque «no debe esperarse a que el alumno sume este porcentaje para intervenir» sino que debe anticipar medidas si es igual o superior al 10% de ausencias en un mes. A partir de ahí, todos los centros públicos se rigen por el mismo sistema, que será el que se pondrá en marcha en el caso de las menores del Alba Plata si sus progenitores siguen sin llevarlas a clase. El primer paso que se sigue es notificar la situación a la familia y solicitar colaboración. Si no se soluciona, el jefe de estudios convoca a la familia, se levanta el acta y se abre expediente de absentismo.

Si no se alcanza un acuerdo, se elabora un programa de intervención y a continuación se notifica a Servicios Sociales y se determinan actuaciones. En el caso en el que persista, se notifica ya a la Dirección General de Infancia y Familia y se valora una posible situación de desamparo. Para ello se adopta una medida de protección junto a servicios sociales y si finalmente no se llega a un acuerdo, la dirección de Infancia valora el incumplimiento de los deberes de la patria potestad y se notifica al Ministerio Fiscal.