La fundación Lumbini reafirma su compromiso con Cáceres para instalar el complejo budista aunque pide la administración celeridad en los trámites administrativos. Los promotores de futuro complejo, que ya han visitado la ciudad en reiteradas ocasiones para sellar con las instituciones el acuerdo para que el templo se construya en terrenos municipales, regresaron a la ciudad esta semana, esta vez para acercar los detalles del proyecto a los empresarios locales.  

El encuentro se ha celebrado este jueves en la sede de la Cámara de Comercio de Cáceres y ha contado con más de medio centenar de empresarios de la ciudad y una representación de diferentes colectivos y asociaciones del sector. En el acto intervinieron los propios impulsores del proyecto, el presidente de la Cámara como anfitrión y estaba previsto que clausurara el turno de palabra el alcalde Luis Salaya. 

En declaraciones previas a este encuentro, el responsable de relaciones institucionales de la fundación, Ricardo Guerrero, reiteró a este diario que «el interés es apostar por Cáceres» y aseguró que la visita no plantea «ningún ultimátum», no obstante, insiste en la necesidad de «agilizar los trámites en la medida de lo posible porque todo está listo». 

En relación al escollo administrativo que supone que el cerro Arropé se encuentre en suelo no urbanizable y en una zona protegida Zepa 3, expuso que "los técnicos trabajan en colaboración con la administración para buscar la mejor solución posible". En cuanto a las críticas por parte de los ecologistas, que plantean que se busque otra ubicación, dejó claro que "el respeto medioambiental está en el corazón mismo de la filosofía budista" y aseguró que la fundación tiene "la puerta abierta" para quien quiera "hablar" con ellos.

Imagen del acto en la Cámara de Comercio de Cáceres. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Ya en el turno de intervenciones, Gabriel Álvarez, presidente de la Cámara de Comercio de Cáceres valoró el proyecto como «gran oportunidad» para combatir la despoblación y lanzó un mensaje para que «se solucionen los problemas para que el proyecto sea viable». 

Por su parte, Pilar Acosta, empresaria y una de las impulsoras del proyecto en Extremadura abogó porque en la provincia cacereña exista un "equilibrio entre el entre el respeto medioambiental y la ejecución de proyectos" y expuso que aunque Arropé "no tenía valores para ser protegido», la fundación "trabajará con arreglo a la ley" para redefinir el terreno en base a tres puntos centrales: "que se preserve el carácter rural, que no se reclasifique y que no se urbanice".

Un monasterio con capacidad para 20 monjes

Aunque en los últimos meses la propia fundación Lumbini ha ido desvelando detalles sobre el proyecto del futuro centro budista en el cerro Arropé, este jueves en la presentación a los empresarios, se concretaron cuestiones sobre las infraestructuras que albergará el complejo. Entre ellas, la fundación expone que el centro tendrá un monasterio con capacidad para 20 monjes residentes y visitantes que se podrá ampliar según las necesidades, instalaciones de restauración, tienda de artesanía y librería, centro de estudios y biblioteca, sala de medicación, punto de información, jardines e instalaciones de distintos países asiáticos.

Completa así a lo que ya se ha avanzado: que albergará una estatua del Buddha de 40 metros y el propio templo budista. En total, el complejo abarcará 107 hectáreas y costará 40 millones. De la misma forma, el ayuntamiento de Lumbini cederá a la capital un terreno de 2,5 hectáreas al lado del aeropuerto de Lumbini para instalar la Casa de Cáceres y promocionar la ciudad como destino turístico en el mercado asiático.