Para que Amazon pudiera abrir en Cáceres un centro logístico como el de Badajoz habría que esperar hasta 2040. El dato lo ofreció ayer el concejal del Partido Popular (PP), Víctor Bazo, durante el debate que se generó antes de aprobar por unanimidad una moción de Ciudadanos (Cs) para agilizar precisamente la consecución de suelo industrial en la capital cacereña. Tal y como defendió el edil de la formación naranja, Antonio Ibarra, el objetivo de su propuesta es que se elabore un plan de dinamización para ampliar el suelo, que favorezca la implantación de medianas y pequeñas empresas, así como la construcción de una plataforma logística y otras infraestructuras para impulsar el desarrollo local.

El principal problema de la capital cacereña es precisamente ese, la falta de terreno en el que puedan asentarse empresas e industrias. En estos momentos, tal y como detalló Víctor Bazo, en Cáceres solo hay 15 hectáreas comprometidas para esa futura plataforma logística, pero para el año 2030. Mientras que el Expacio Mérida cuenta ya con 207, el de Navalmoral de la Mata, con 330 y la plataforma logística de Badajoz, con 510. Esto ha llevado a que varios proyectos que se han interesado por su implantación en la ciudad hayan terminado por marcharse, como la fábrica de baterías de litio. «Cáceres funciona como polo de revulsión industrial en beneficio de las localidades próximas», dijo Ibarra. «Las industrias demandan suelo inmediato, si no lo hay, se marchan», sentenció.

De esta forma, la moción exige al ayuntamiento que trabaje con la Junta de Extremadura para ampliar suelo industrial y se impulse la construcción de una plataforma logística que dé salida a los productos. Según señala Ibarra, el desarrollo económico de una ciudad depende, en gran medida, del tejido industrial y las oportunidades para nuevas inversiones que ofrece en su territorio, así como de las infraestructuras logísticas. «Cáceres tiene la necesidad de desarrollar suelo industrial que contribuya a dinamizar la ciudad y revertir la situación actual de intensa despoblación que está sufriendo la capital de la provincia de Cáceres, y se debe actuar de manera urgente. La ciudad no puede vivir del turismo estacional y de las administraciones públicas», afirmó.

Para los concejales no adscritos, Teófilo Amores y Mar Díaz, esto ocurre porque Cáceres es «la gran olvidada» de la Junta de Extremadura. Y para Raúl Martín (Unidas Podemos), para conseguir que se asienten las grandes empresas, primero es necesario contar con una correcta red de comunicaciones. Es decir, según él sería necesario contar con una red de mercancías unida a la red ferroviaria. «Ferroviariamente hablando la región (y Cáceres) solo tiene conexión con Madrid pero no con la costa, por ejemplo», advirtió. En este sentido aboga por apostar por la red ferroviaria convencional. De hecho ayer también se aprobó en el pleno reivindicar la recuperación de la vía férrea Plasencia-Salamanca, cerrada hace 37 años. Esta propuesta de los no adscritos Francisco Alcántara y Mar Díaz, también salió adelante con el apoyo de todos los grupos.

Faltan infraestructuras

En cuanto a infraestructuras, imprescindibles para el asentamiento de empresas, para el PP a la capital cacereña le faltan también el aeródromo y la autovía que conecte Cáceres con Badajoz. «Necesitamos atraer empresas para retener el talento y para generar empleo para poder competir con otros municipios», afirmó el edil popular Víctor Bazo. Como dato significativo, según los últimos datos del padrón municipal Cáceres perdió en el último año 837 vecinos. Se da la circunstancia de que el PP ya llevó a pleno una moción similar hace un año, pero no se ha ejecutado nada.

Para el edil socialista, David Holguín, «ya se trabaja para que la plataforma logística sea una realidad y tenga la mejor ubicación posible». Y recordó que la ciudad tendrá un centro de energías renovables que estará a pleno rendimiento en el año 2025, con 150 empleados, y s eva a desarrollar un ecopolígono (CC Green) en los sectores de suelo urbanizable que están detrás de las Capellanías da un nuevo paso. Reconoce que la ciudad tiene «escasez» de suelo pero «el ayuntamiento genera confianza para atraer inversiones», sentenció.