Las principales consecuencias de la expansión de la calima por la borrasca Celia se han observado en los lavaderos de automóviles. Desde el pasado martes, el polvo rojizo del Sáhara cubre toda la Península, lo que ha provocado un aumento considerable de vehículos, sobre todo de coches, en las estaciones de lavado de Cáceres, con largas colas y tiempos de espera. Aproximadamente, más de 70 coches se pasaron este jueves por la estación de servicio de la barriada El Vivero, en la calle Montánchez, para limpiar los restos de arena africana. La continua salida y entrada de automóviles sorprendía al encargado de la gasolinera de al lado, que aseguraba que por la tarde acudieron muchos más clientes que por la mañana.

Esta estación, junto a la del Temis, en la avenida de la Universidad, eran las más concurridas. Tanto las entradas al autolavado, como a las mangueras, podían ocasionar un tiempo de espera de más de 5 minutos, cuando normalmente no es necesario esperar. Así lo confirmaban las personas que se encontraban allí. Sin embargo, en general afirmaban que se iban a gastar el mismo dinero que en otras ocasiones. "Me gasto más con la suciedad de los mosquitos, esto es polvo y se quita enseguida", aseguraba una clienta del lavadero.

Una persona utilizando la máquina de autolavado. SANDRA PÉREZ SÁNCHEZ

Te puede interesar:

Gran parte de ellos acudían a su estación de confianza y usaban el programa de siempre, dependiendo del tamaño del coche. El encargado de la gasolinera situada en la ronda de San Francisco también señaló el gran tráfico de coches en la máquina de autolavado. Calculaba que unos 20 o 30 coches habían asistido esa misma tarde.

Normalmente, las tarifas se encuentran entre 50 céntimos y dos euros, con programas que varían el tiempo y las técnicas de lavado. La mayoría coincidían en que era la primera vez que acudían después de la calima, por lo que han decidido aguantar hasta última hora para no tener que acudir de nuevo.