La provincia de Cáceres ha perdido 15.000 habitantes en veinte años. Si en 2001 tenía 409.130, en 2021 registró 389.558 (último dato oficial). No se encuentra entre los territorios con las caídas demográficas más dura, pero el problema es evidente. Las nuevas tecnologías han venido a echar una mano en esta lucha: mientras que en otras oleadas de progreso Cáceres nunca pudo igualarse por falta de infraestructuras y de comunicaciones, ahora internet hace posible trabajar desde cualquier territorio, incluso desde los municipios y parajes menos masificados y más apetecibles, de los que Cáceres tiene a decenas.

Por ello, la provincia está desarrollando diversos proyectos dirigidos a incentivar la creación y consolidación de empresas relacionadas con las nuevas tecnologías, bien facilitando las dotaciones necesarias, bien con ayudas, bien a través de nuevos servicios públicos dentro del sector que están contribuyendo, de una forma u otra, a asentar dichos empleos en la provincia. «Los puestos de trabajo en el sector TIC de la provincia se han incrementado casi un 90% en 2021 respecto al 2020, con más de 1.330 de nueva creación, hasta alcanzar los 2.820, según la EPA. Se trata de una de las subidas más importantes del país», explica el responsable de Innovación y Provincia Digital de la Diputación de Cáceres, Santos Jorna.

Fuerte repunte en la capital

«Solo en la ciudad de Cáceres existen en la actualidad más de 700 trabajadores del sector software, y se espera que en los próximos años puedan llegar a sumar cerca de 2.000, convirtiéndose en una de las principales industrias de la ciudad», destaca. Y es que la creación de instalaciones relacionadas directamente con las nuevas tecnologías, o bien con investigaciones punteras en energía o salud muy vinculadas a las mismas, se viene sucediendo en Cáceres durante los últimos años.

Por ejemplo, el futuro Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético (Cniae), que será un espacio de referencia nacional e internacional para luchar contra el cambio climático, en el que trabajarán 150 científicos. Pretende estar listo en 2023 en el Cuartillo (el terreno ha sido cedido por la Diputación), con una inyección del Gobierno central de 70 millones de euros. Tratará de resolver el gran problema del almacenamiento y transporte de la energía procedente de fuentes renovables, mediante el desarrollo del hidrógeno verde, de baterías y supercondensadores, y de la energía térmica.

A la vez se proyecta el Polígono Eco-Industrial CC Green, un nuevo modelo de parque empresarial que la compañía Ingenostrum, una de las mayores firmas de ingeniería de Europa, implantará junto a Las Capellanías (unas 250 hectáreas). Se trata de una iniciativa público-privada en colaboración con la Junta y el ayuntamiento (parte del suelo es público). Allí se alojará el primer centro de datos libre de carbono de la UE (refrigerado mediante un lago artificial) y cuatro centros piloto de metanización (crear gas natural sintético con CO2), amoniaco verde, metanol y cultivos verticales, junto con dos plantas fotovoltaicas propias y un centro de FP e ingenierías relacionadas con centros de datos.

¿Por qué han elegido Cáceres? porque esta provincia apartada del oeste peninsular se ha convertido en un territorio rico en energía fotovoltaica, que atrae las miradas de las compañías. Pero además porque, fruto de ello, Cáceres puede transformarse en un HUB digital, al estar situada entre el punto de llegada de cables submarinos del Atlántico y Madrid (es el 5º nodo europeo de interconexión tras Fráncfort, Londres, Ámsterdam y París).

De hecho, una de las primeras apuestas por las TIC en Cáceres fue el Parque Científico y Tecnológico, creado en el campus en 2012. Impulsado por FUNDECYT-PCTEX (fundación privada del sector público) alberga ocho empresas como la filial de IBM, Viewnext (más de 3,000 m² y unos 350 trabajadores), Ilunion, Gamma Solutions, Wordline Iberia u Homeria Open Solutions, la spin-off nacida de la Universidad de Extremadura que acaba de ser comprada por la multinacional Glovo debido a su potente plataforma de reparto de comida a domicilio. Este parque suma más de 500 empleos, está al máximo, y la Junta de Extremadura ya trabaja en alternativas para crear nuevos espacios.

Y es que el campus se ha convertido en un ‘distrito tecnológico’ que aglutina más actividades de vanguardia, entre ellas las que desarrollan los Contenedores de Institutos Universitarios de Investigación (inaugurados en 2016 como el mayor recinto cacereño de producción científica), el Intromac (centro de excelencia que impulsa la capacidad innovadora de las empresas del sector de la construcción), y por supuesto la Escuela Politécnica, cuyos nutridos grupos de investigación diseñan robots de asistencia a personas, apps que cuidan a los ancianos o una red energética inteligente 5G, que alimenta por ejemplo un novedoso cargador móvil inteligente para vehículos eléctricos o un proyecto de coches autónomos para el campus....

Ya toma forma incluso en esta zona un polo biotecnológico alentado por las investigaciones de las facultades de Veterinaria (con su hospital) y de Enfermería, y sobre todo por la joya de la corona, el Centro de Cirugía de Mínima Invasión, un espacio de referencia nacional e internacional que pilota proyectos de millones de euros siempre punteros. Ahora existe un nuevo recinto en marcha desde octubre con otra inversión millonaria y con un importante potencial en el campo biosanitario. Se trata de la Bioincubadora de Cáceres, de gestión público-privada entre Extremadura Avante y la empresa Gamma Health.

Con 1.200 m², seis laboratorios para incubar empresas de base tecnológica, dos laboratorios comunes de investigación, tres talleres-bio y otras dependencias, pretende ofrecer una carta de 32 servicios destinados a ayudar a empresas y emprendedores a sacar adelante sus productos, servicios o procesos de valor añadido en el ámbito de las ciencias de la salud.

Una vez en funcionamiento, se ha comenzado a ejecutar el plan estratégico de la Bioincubadora. «Ahora estamos desarrollando la promoción del proyecto no solo en la región, sino a nivel nacional e internacional para captar empresas en el exterior», explica Riansares Mañoso, su directora. «Las nuevas tecnologías han introducido un cambio crucial en el enfoque de los servicios de salud a nivel mundial, se están desarrollando numerosos productos en el ámbito de la biotecnología relacionados con teleasistencia, telemedicina… Nuestro objetivo es incubar empresas del sector de la salud en distintas líneas: ‘e-Heath’, desarrollo de productos de laboratorios o ‘One health’, que pone en relación la salud humana y la animal. De hecho, nos encontramos en un ecosistema muy favorable para ello, junto al Centro de Cirugía, la Facultad de Veterinaria o el Hospital veterinario», detalla.

«Vamos a tratar de generar la mayor creación posible de tejido empresarial biotecnologico»

RIANSARES MAÑOSO - Directora de la Bioincubadora de Cáceres

El recinto puede incubar ocho empresas a la vez (el proceso dura dos años si requieren un proceso de principio a fin), y además dará soporte a otras iniciativas que solo necesiten disponer puntualmente de ciertos servicios de la Bioincubadora. «Vamos a tratar de generar la mayor creación posible de tejido empresarial biotecnológico en la región», afirma la directora.

Pero también es necesario que ese desarrollo salte a los núcleos rurales, y ahí entra en juego el Ecosistema Digital Provincial que ha diseñado la Diputación de Cáceres para facilitar la creación de empresas y empleos de base tecnológica. Esta agenda se aprobó en 2020 con un horizonte de 5 años, 40 millones de euros y unas 140 actuaciones. En realidad se trata de la primera red circular rural del país para garantizar la presencia digital en toda una provincia. Dentro de ella ya se han puesto en marcha los cinco ‘Circular Fab’, dotados de herramientas tecnológicas (impresión 3D, corte de vinilo y láser, diseños con Arduino…) «para que empresarios y emprendedores puedan llevar a cabo sus proyectos en el marco de la economía verde y circular, avanzando hacia ese modelo de empleo vinculado a las tecnologías», explica el diputado Santos Jorna.

Los cinco centros están vinculados al Círculo, el centro de referencia de innovación digital de la provincia, que la diputación ha abierto en Cáceres (Doctor Marañón). Constituido de la mano de Telefónica, su función es ayudar a quienes quieren desarrollar un proyecto mediante las soluciones más avanzadas del mercado, espacios de networking, tutorización, zonas destinadas a la demostración de tecnologías innovadoras… Por cierto que a través del Círculo se han creado los primeros premios de desarrollo software en la provincia y se han seleccionado seis proyectos digitales que se incubarán en el centro (se presentaron 19 que reunían a 40 solicitantes, la mayoría mujeres).

«En la ciudad de Cáceres hay más de 700 trabajadores del sector software, que pueden llegar a 2.000»

SANTOS JORNA - Diputado de Provincia Digital

También están ya funcionando las 17 ‘Digilabs’, aulas equipadas con material tecnológico donde las personas pueden realizar trámites y formarse en este ámbito. Para conseguir todo ello, «uno de los grandes retos era que ningún pueblo se quedara atrás en fibra óptica. Si hace dos años llegaba a poco más del 50% de la población de la provincia, hoy supera el 94%», subraya Jorna. El resto la tendrá a lo largo de 2022.

Un engranaje al que se suman los operadores tics en todas las mancomunidades, y sobre todo, la Red Provincial de Espacios Ciberseguros, integrada por los 95 municipios más pequeños de la provincia. Sus vecinos dispondrán de mecanismos y servicios de consultoría en ciberseguridad, y contarán con un espacio colectivo con conexión a internet de alta velocidad.

Paralelamente se han puesto en marcha proyectos desde la diputación para atraer empresas del sector tecnológico. Así, la primera edición de ‘Cáceres Impulsa’, promovida junto con la Cámara de Comercio, ha captado el interés de 130 proyectos por instalarse en la provincia. Existe una segunda fase de este proceso: que esas empresas, que en muchos casos buscan Cáceres o Plasencia, decidan relocalizar sus empleos en municipios de menos de 20.000 habitantes. Pues bien, otra convocatoria de la diputación para incentivarlas mediante ayudas, ha conseguido este reto con 17 puestos de trabajo digital.

En total hubo 45 solicitudes que no pudieron materializarse por unas u otras cuestiones, que se tratarán de tener en cuenta en la nueva edición. De hecho, la diputación ha contratado un estudio para el acompañamiento de la demanda de «un importante número de empresas de ámbito nacional, que han mostrado interés por abrir centros o puestos de trabajo en la provincia», anuncia Santos Jorna. 

ASÍ SE INCUBAN LAS EMPRESAS...

  • Una app para un vestidor sostenible

 La ‘fast fashion’ o moda rápida llena tanto armarios como vertederos de prendas de ínfima calidad. «La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, hay que buscar soluciones», explican Crispín Avis y Eloísa Moreno, dos diseñadores extremeños que han creado una app que pretende ofrecer salidas a este problema de acumulación de ropa, impulsando la economía circular textil.

El proyecto se denomina ‘Circular Retex’ y se ha forjado tras una fase de investigación y encuestas. Es uno de los seis incubados por el Círculo, el centro de innovación digital de Cáceres promovido por Telefónica y la diputación. La app es capaz de analizar cada prenda y darle un destino entre tres opciones: restaurar, reutilizar o reciclar. Incluso facilita los pasos a seguir: tutoriales de reparación o customización, talleres de costura, puntos de donación... «Queremos servir de ayuda a las numerosas personas que pretenden cambiar sus hábitos», afirman.

  • Cómo diseñar sus propias prendas

Otro de los proyectos que se están desarrollando en el Círculo de Cáceres es ‘MariaMira Confecciones’. Se trata de una tienda virtual de ropa de todo tipo, aunque especializada en deporte, donde el cliente podrá personalizar sus prendas a través de una web y una app que permitirán seleccionar modelos, telas, colores, vinilos, bordados...

«Mi abuela era modista y yo coso desde los 8 años. Utilizo siempre algodón orgánico, aunque estoy también en contacto con proveedores y fabricantes de otro tipo de tejidos sostenibles y reciclados», explica María Mira, de 39 años, sevillana de origen afincada en Cáceres, ciudad donde quiere ubicar su taller de confección pero también impartir cursos de formación «para reutilizar la ropa sacando el máximo partido al armario».

Equipos, asociaciones, colectivos y cualquier ciudadano «tendrán varios modelos de prendas a escoger, diseñándolas a partir de ahí como lo deseen… Cada una será única», subraya María.