La Diputación de Cáceres prevé que la provincia recupere las cifras de turismo previas al inicio de la pandemia y estima que la ocupación llegue esta primavera y verano al 90%, tal y como sucedió en el último puente. En estos términos se expresó el presidente de la institución provincial, Carlos Carlos, en relación a las expectativas turísticas de cara a este año.

«Son buenas», puso de manifiesto al tiempo que mencionó el precedente del festivo anterior en el que la cifra de ocupación hotelera en toda la provincia registró datos que no había logrado en los últimos dos años debido por un lado a las restricciones de movilidad y por otro al recelo a viajar a causa de la gran cifra de contagios de coronavirus. 

Aunque reconoció que la pandemia «sigue estando ahí», sí preciso que los datos de contagios se han reducido considerablemente en comparativa con los meses anteriores y por tanto, espera que se estabilicen las cifras de viajeros y se regrese a datos previos a la crisis sanitaria.

Realizó estas declaraciones a preguntas de los medios en un acto en el que la Diputación de Cáceres firmó una campaña con los ayuntamientos con fiestas con interés turístico de la provincia para repartir 3.500 euros a cada municipio.

Las fiestas son Las Carantoñas, Jarramplas, Los Negritos de San Blas, Peropalo, el Carnaval de Navalmoral, la Semana Santa de Cáceres, de Plasencia y de Trujillo, Los Empalaos, el Chíviri, el Día de la Luz, la Romería de San Isidro, los Toros de San Juan, La Enramá, Los Escobazos, La Encamisá, la Pedida de la patatera, la Fiesta de la Tenca, el Otoño Mágico, el Día de la Hispanidad y el Novenario de la Montaña. 

De todas ellas, solo la Semana Santa de Cáceres ostenta el título de interés turístico internacional. La cuantía total asciende a 73.500 euros, no obstante, en la presentación a los alcaldes, el presidente de diputación avanzó que en el presupuesto de 2023 se aumentarán las cantidades asignadas para los 21 ayuntamientos.