El Periódico Extremadura

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Un viaje ‘a mesa puesta’

Cáceres: La vuelta al mundo en 10 cocinas

La apertura reciente de negocios con platos de otros continentes enriquece una oferta cada vez más sabrosa. Migrantes y cacereños viajeros están al frente de los restaurantes que hacen viajar a los clientes a través de su carta

Giovanni, Grazia y Alicia presentan sus pizzas el Sabor de la Puglia. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Cada sabor es un recuerdo. Si uno evoca al pasado en busca de memorias agradables al paladar, recordará los platos de la infancia. Los que se cocinaban en casa, fuera el menú que fuera, o los que elaboraba su madre, porque habitualmente eran las madres las que pasaban más horas con el delantal puesto. De hecho, está probado que cuando a alguien le preguntan por sus platos favoritos, la respuesta más recurrente está siempre ligada a los sabores de la infancia. Los que se cocinaron a fuego lento. Esos no se olvidan nunca. 

Esta realidad se repite en cualquier punto del planeta y si por azar o por infortunio la vida obliga a abandonar el hogar en el que se forjaron esos recuerdos, en la maleta siempre permanecen. Y lo positivo es que se pueden compartir con los demás. Cáceres puede dar ejemplo de ello porque la capital cacereña en los últimos años ha ido ampliando su lista de sabores de todos los continentes. Las últimas aperturas en este último año de restaurantes de cocina árabe, hasta ahora la única excepción, un italiano de la Puglia --sur del país--, un hawaiano y otro japonés abren el abanico de una oferta cada vez más sabrosa.

La mayoría de los negocios están comandados por migrantes que primero por añoranza y segundo por afán de compartir han ido inaugurando sus locales, no obstante, también los hay con cacereños ‘viajeros’ y ‘aventureros’ al frente, que decidieron traerse como ‘souvenir’ las recetas tradicionales de su estancia. Este diario recoge la experiencia de diez de ellos, de una punta a la otra del globo. Una vuelta al mundo en lugar de en 80 días, en 10 cocinas.

Lamiaa Naam muestra una pastela de pollo de su casa de comidas Al-árabe. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

1. Cocina árabe

Al-árabe: Tahín y pastela en una carta ‘halal’ 

Cuatro meses lleva abierto Al-árabe. En Cáceres ya hay una carnicería halal en plaza Marrón, pero esta es la primera casa de comidas árabe que abre en la capital cacereña. Al frente del negocio se encuentra Lamiaa Naam, que ofrece la cocina típica de su ciudad natal, Casablanca (Marruecos). A sus 34 años, la traductora de árabe, francés y español decidió aventurarse en el mundo de la hostelería en el barrio de Moctezuma aprovechando su legado gastronómico y meses de sequía laboral. «Siempre me han dicho que se me da bien la cocina», expone a este diario.

Así, como paso previo realizó la prueba con su familia y más tarde, un estudio de mercado. El balance de estos primeros meses es inmejorable. «El mayor porcentaje de clientes son cacereños», sostiene. En relación a los platos más demandados, pone de relieve que la carta cambia habitualmente pero que la cocina estrella es el tahin de cordero o la pastela de pollo aunque los que se agotan siempre son los dulces caseros árabes.  

2. Cocina hawaiana

Mahalo: ¿un poké? 

Hace meses que la ciudad conoció qué era un poké. En la calle Pintores y procedente de una franquicia, Mahalo trasladó a Cáceres una moda gastronómica que ya se había instalado en el último año en el resto del país. ¿En qué consiste? Es un plato tradicional hawaiano relacionado directamente con la nutrición saludable ya que está compuesto por ingredientes como pescado crudo, arroz y verduras y frutas. Todo sin procesar y como si de una ensalada se tratara. 

Alicia, Grazia y Giovanni muestran los platos de 'Sabor de la Puglia'. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

3. Cocina italiana

Sabores de la Puglia: Panzerotti para llevar

También en Moctezuma y también con comida para llevar lleva abierto tan solo un mes Sabor de la Puglia. La comida italiana en la capital cacereña no es novedad pero esta casa cuenta con la particularidad de que sus dueños son originarios del sur de Italia. Giovanni Lozito y Grazia Rienzo trasladan a Cáceres los platos de su pueblo en Italia, Bitonto, una localidad situada en la provincia de Bari. Nada más entrar el olor del horno embriaga. En el mostrado, una receta de focaccia centenaria. «La hacemos como la hacían nuestras abuelas», añade. Unos panecillos con pimienta llamados tarallini pugliese, pasta importada con bolsas de los famosos orechiette y por supuesto, otra de las delicias: el panzerotti. «El propósito es trasladar un pedacito de nuestro pueblo a Cáceres». ponen de manifiesto. 

4. Cocina peruana

Newen: Ceviches y cultura mapuche 

Es uno de los locales más icónicos de la ciudad por dos motivos. El primero porque se encuentra ubicado en una antigua ermita en la calle San Ildefonso y el segundo porque su carta reparte platos con esencia e ingredientes de Perú. Ya el nombre, Newen, proviene del mapuche y significa fuerza y energía. Su propietaria Carmen Rico residió en Perú y de ahí regresó con las recetas para trasladarlas a los platos del local, entre ellos, los más destacados, el ceviche de corvina, ají de gallina, lomo saltado o arroz chaufa sin olvidar el pisco sour, un cóctel peruano.

Ariel Vega, propietario del restaurante cubano Capricho Habanero, prepara un plato en su cocina. CarlaGraw

5. Cocina cubana

Capricho habanero: ‘Ropa vieja’ de la isla

Cuatro años lleva Ariel Vega con su negocio abierto en la avenida Antonio Hurtado hasta que este último mes su Capricho habanero se ha trasladado al Nuevo Cáceres. Apenas una semana hace de la inauguración de su particular isla en la calle Marrakech. Su esencia es la misma. «El local está ambientado para que cuando entres te sientas en Cuba», pone de relieve. En total, veintidós tapas en una carta que pretende intercalar cocina cubana y española. Acumula casi veinte años de experiencia y antes de aventurarse a su propio negocio trabajó en tres negocios de hostelería . «Mi sueño cuando salí de la isla fue abrir lo mío».

En cuanto al balance de estos cuatro años, confiesa que se ha sentido acogido en cuanto a la respuesta de los clientes. «He conseguido lo que soñaba», asiente. En declaraciones a este diario y sobre los platos ‘estrella’ de su cocina, expone que la ‘ropa vieja’, un plato con ternera deshilachada, es uno de los que más sorprende. La yuca y el plátano frito, el chicharrón casero, todo lo que le recuerde a su tierra. «Uno cuando emigra, las raíces se quedan en el pecho y la añoranza, en los platos», manifiesta. El restaurante cuenta con un Solete de la Guía Repsol. 

6. Cocina griega

Quereles: Los típicos Kolokizokeftides 

Aunque no es un restaurante exclusivamente griego, parte de la carta tiene sabores de allí que se trajo Ignacio Galán, su dueño, tras su Erasmus. En el menú de Quereles, el restaurante que regenta en la plaza de la Concepción desde hace años, ha integrado platos como los Kolokizokeftides, los tradicionales buñuelos de calabacín y feta. Sus platos también recorren más puntos del mundo como Venezuela y Colombia con sus empanadas o la India con su pollo Tikka Masala.

Christian Stratu y Lorena Peralta, del restaurante mejicano Doña Loren. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

7. Cocina mejicana

Doña Loren: Tacos del estado del Guerrero

Un año va a cumplir en Cáceres Tacos Doña Loren, el restaurante que traslada al México más profundo en la avenida de Alemania. Al frente, Lorena Peralta Ríos y Cristian Stratu, dos emprendedores cuyo propósito no era otro que ofrecer un viaje a través de «las recetas ancestrales de sus abuelas». El local cuenta con todo tipo de detalles y una decoración que pretende que los cacereños no viajen solo con el paladar sino con la vista a México, en concreto al estado del Guerrero, a Zumpango del Río, donde nació y creció Lorena. «Queremos que conozcan nuestro pueblo y nuestros guisos, los platos fieles al estado del Guerrero, tratamos que no se cambie la receta bajo ningún motivo, cocinamos en honor de todas las personas y de todos los seres queridos de nuestro pueblo». El plato característico es el taco con los guisos del Guerrero y «una receta secreta» . «La gente de México que viene dicen que les recuerda a su país, que es cocina auténtica». 

8. Cocina japonesa

Yoisho!: Makis, gyozas y siete tipos de ramen

Si hay una cocina que ha trascendido entre los hogares del país es la asiática. Primero fue la china y en los últimos años, la japonesa. En Cáceres la franquicia Sibuya ya dio a conocer las gyozas y los makis de todo tipo, incluso veganos, pero en la avenida Antonio Hurtado abrió hace meses otro local, también japonés, con una carta de otro de los platos más icónicos de la gastronomía nipona: el ramen, una sopa de fideos con verduras y carne, sal, agua y kansui. Entre los tipos que reparte el local cacereño hay siete tipos entre los que se encuentran el que cuenta con cerdo, huevo, langostino frito, setas y naruto. 

Juan Antonio Pajuelo junto a las cocineras de su cátering. En la mesa, un cocido. CarlaGraw

9. Cocina española

Pajuelo: Un cocido o unas patatas riojanas

Y si se viaja por el mundo, una parada obligatoria también es la cocina de cuchara española. En este tipo de cocina expertos son en el cátering Pajuelo. Para recoger los guisos del día los cacereños pueden acudir a la casa de comidas que dirige la empresa en la calle Santa Joaquina de Vedruna, donde el cocido del día se agota. Su propietario, el cacereño Juan Antonio Pajuelo insiste en la apuesta por los platos tradicionales porque cada vez se pueden comer en menos sitios. ¿La razón? «Son los que requieren más tiempo de elaboración» y la sociedad actual cada vez tiene menos horas al día para dedicar a la cocina. Los ingredientes son básicos de la gastronomía nacional, la mayoría legumbres y verduras de la huerta, es decir, que paradójicamente los platos con los ingredientes más económicos. Como ejemplos de lo que se consume se encuentran las migas extremeñas, la casquería o las patatas a la riojana.

10. Cocina argentina

La morocha: Chuletón y solomillo, ‘a punto’  

Las carnes son especialidad argentina y La Morocha en la plaza de San Juan recoge la tradición del país. Reconocida con un Solete de la guía Repsol, el local incluye en su carta una fusión con la gastronomía italiana. Entre los platos más reconocibles, el pan bao relleno de bondiola de cerdo ibérico, el chuletón y el solomillo de vaca, las entrañas de ternera y el cochinillo asado. 

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