El Periódico Extremadura

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EL XXII CERTAMEN LLEGÓ AYER A SU ÚLTIMA JORNADA CON LITERATURA INFANTIL, HISTORIA CACEREÑA, POEMAS Y RELATOS DE LA VIDA MISMA

La Feria del Libro firma un buen final en Cáceres

Pablo Carbonell clausura una edición de buenos resultados para las librerías

Pablo Carbonell entabló un diálogo con Alonso Torres y Jorge Galán, y cerró el certamen charlando con el público de la Feria del Libro de Cáceres. CARLAGRAW

Cuando empezaba en el mundo del espectáculo, Pablo Carbonell quiso cambiarse de nombre, «porque de niño siempre me llamaban aceite. Menos mal que Inmanol Arias me quitó la idea de ponerme Pablo Abrigo». Y es que las presiones sociales son una constante en la vida de las personas. «También tuve problemas con el nombre de mi primer grupo, Toreros Muertos». La discográfica le pidió cambiarlo para presentarles en una fiesta, en la que Isabel Pantoja iba a recibir tres premios y no era cuestión de acudir con semejante etiqueta ante la viuda de Paquirri y viuda de España. «No lo hicimos».

Fueron algunas de las vivencias contadas ayer por Pablo Carbonell en la Feria del Libro de Cáceres, donde presentó su nuevo trabajo, ‘El nombre de los tontos está escrito en todas partes’, que le consolida como uno de los narradores más audaces y divertidos del momento. Pero ojo, que esta sátira del mundo del espectáculo, que conduce a una estrella al corredor de la muerte, tiene mucho de reflexión, como el propio Carbonell, que en la misma frase enlaza un chiste con una lección existencial. «Puede leerse como novela, pero también como una especie de manual de cómo manejarte en la vida, como un libro orientador sobre el problema de no ser uno mismo. A veces hay que bajarse los pantalones. Otras veces no», dijo.

Los libreros se muestran satisfechos del certamen. CARLAGRAW

A través de un ameno diálogo con Alonso Torres y Jorge Galán, y de una charla abierta con el público sobre literatura y vida, Pablo Carbonell puso el broche a la Feria del Libro. La última jornada dio para mucho, con una mesa de literatura infantil y juvenil en la que intervinieron Pilar Alcántara, Fernando Alcalá, Cora Ibáñez y Pilar López Ávila; con la presentación de la obra infantil ‘Sólo quería ayudar’, de Patricia Casasola; con la nueva obra de Salvador Calvo, titulada ‘Héroes y tumbas en la Plaza Mayor de Cáceres’ (El País Literario), donde vuelve a dar una lección de lenguaje y contenido; y con la firma de ejemplares del poemario ‘Tic Tac, ¡Eureka!' (El País Literario) por su autor, el periodista Francisco de Borja Gutiérrez.

Los libreros consultados ayer por este diario se muestran satisfechos al término de la feria. «Ha sido la mejor edición de los últimos años», señaló Alfonso Agúndez (Librería Agúndez), feliz de poner este colofón antes de jubilarse, tras haber conocido todas las ferias. «Lo considero una buena despedida».

Desde el estand de El Buscón, Antonio Sánchez explicó que «en cuestión de ventas ha ido bastante bien. Ha sido la primera edición postpandemia y además ha coincidido con el novenario, con San Jorge, con el Día de la Madre, y además en Cánovas…». Para María del Mar Gil (Pléyades), el certamen también ha colmado las expectativas: «Estamos muy contentos de la acogida, la gente tenía muchas ganas de que los libros salieran a la calle». 

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