Los vendedores ambulantes de Cáceres han amagado este miércoles con suspender la celebración del mercado franco de la próxima semana. La decisión estaba tomada al mediodía tras una consulta entre los vendedores, pero una llamada de la concejala de Comercio, María Ángeles Costa, ha paralizado el parón de actividad que los ambulantes habían decidido, según confirmó el presidente de la asociación de vendedores ambulantes, Julián Cruz.

No es la primera vez que se anuncia un parón de la actividad por parte del sector de los ambulantes en el principal mercado semanal que tiene Cáceres. La salida del mercado franco de Vegas del Mocho es una demanda cíclica por parte de este colectivo, se repite cada cierto tiempo y ahora toca otra vez. Nunca se ha llevado a la práctica, pero sí es siempre motivo de diferencia entre los comerciantes y el ayuntamiento. 

En esta urbanización del norte de Cáceres, el mercado lleva una década y eso que se anunció como una ubicación temporal. El cambio se produjo a las pocas semanas de que Elena Nevado aterrizase en la alcaldía. Lo curioso es que todos están conformes con llevarse el mercado de este sitio: los vendedores, los propietarios de la urbanización, ya que el mercado dificulta que se pueda edificar y el desarrollo urbanístico de este sector, y el ayuntamiento, que tendrá que dar una opción para el cambio de sitio con una parcela urbanizada, algo que, pese al interés por el traslado, no está en los presupuestos locales. Sin embargo, el traslado no se materializa y se repiten una y otra vez estos amagos de paralización del mercado que luego no se llevan a la práctica. 

Es el momento ahora de que se repita la demanda empresarial por dos cuestiones que este miércoles citó Cruz. La primera es que ven como en otras zonas se desarrollan proyectos comerciales, como el parque que Kronos junto a Carrefour, que cuenta con el apoyo del ayuntamiento. No obstante, este desarrollo no tiene ninguna relación con el mercado franco. El de Kronos se trata de una iniciativa privada y el suelo es propiedad de la empresa, que ha pedido la licencia para edificar. En el mercado el suelo es público y el ayuntamiento cobra una tasa, que está regulada en una ordenanza, por su ocupación temporal. Lo que ha molestado a los ambulantes, según la explicación del presidente de la asociación, es la contraposición entre las manifestaciones de miembros del gobierno local dando su apoyo a este proyecto y la falta de concreción del traslado del mercado franco.

Y la otra razón es que los costes directos para los ambulantes han aumentada con el incremento del precio del gasoil. «Antes nos costaba 25 euros venir a Cáceres, ahora son 40», comentó Cruz, que recordó que el 90% de los vendedores vienen de fuera de la ciudad.

En la reunión con Salaya plantearán una doble demanda, de las que una de las dos se debe materializar para que no haya nuevos anuncios de paralización del mercado. Una es un compromiso firme del ayuntamiento de que el traslado se hará en próximas fechas y con una concreción de la ubicación. Si la anterior no se concretase, lo que quieren es que se les exima del pago de la tasa que tienen que abonar al ayuntamiento por la instalación de sus puestos en la vía pública. Cruz insistió en que en Cáceres pagan por colocar sus puestos el doble que en otras localidades como Badajoz y Mérida y que de media abonan mil euros al año. Hay una antecedente de exención de la tasa, fue la de terrazas (también se paga por la ocupación del suelo público), pero en ese caso se hizo para beneficiar a un sector concreto, el de la hostelería que tiene su sede en Cáceres, para reducir los efectos económicos de la pandemia. 

Han pedido que la reunión se celebre el próximo lunes. Una posibilidad de exención o de reducción de la tasa es complicado, además no sería viable ni a corto ni a medio plazo, antes hay que modificar la ordenanza. La otra opción es más factible, que se haga de una vez efectivo el traslado del mercado, aunque si es en una parcela que hay que urbanizar, hace un año se habló de Charca Musia, se tendrá que contemplar el coste en el presupuesto local.

CRONOLOGÍA

SEPTIEMBRE DE 2011

La junta local de gobierno acuerda el traslado del mercado franco de la ronda de la Pizarra a la urbanización de Vegas del Mocho, uno de los residenciales que se había empezado a desarrollar. Fue un cambio que se presentó como provisional. La entonces alcaldesa, Elena Nevado, justificó esta decisión porque solo se requería de una inversión de 5.970 euros, varias de las parcelas colindantes son del ayuntamiento, la distancia que hay con las viviendas más próximas era de casi cien metros y había suficientes plazas para estacionar en las proximidades

AGOSTO DE 2012

Fue el primero de muchos de los anuncios que se iban a repetir de forma asidua. Los vendedores anunciaron entonces que paralizarían la celebración del mercado franco si no se afrontaba el cambio de ubicación.

ENERO DE 2021

El ayuntamiento paró los trámites para el traslado del mercadillo por la crisis sanitaria. Desde esa fecha, tras bastantes amagos del sector, ya había un nuevo sitio elegido: Charca Musia, pero entonces no se afrontó porque «no hay dinero», según se afirmó desde el gobierno local, que se había marcado el traslado del mercado franco como una prioridad, de hecho su previsión inicial era que a principios de ese año estuviera ya en Charca Musia, pero en enero de 2021 ni siquiera se había cerrado el proceso administrativo. «No hay novedades. La pandemia lo ha ralentizado», aseguraron entonces desde el ayuntamiento. La parcela necesitará además ser urbanizada, ya que el objetivo del consistorio es que esta sea ya la situación definitiva del mercadillo.