Punto y final a la primera Feria de San Fernando de la postpandemia de covid, que ha recuperado su colorido en el recinto ferial con el regreso de las casetas y que no ha registrado incidentes de gravedad. Los hosteleros del centro y los caseteros muestran su satisfacción por la afluencia y el transcurso de una feria (acompañada de calor), cuyo traspiés más sonoro ha sido la cancelación del concierto de Izal (a falta de datos oficiales).

El calor y la ausencia de restricciones empujaron el fin de semana a miles de personas a disfrutar de las jornadas grandes de la Feria de San Fernando, la primera que se celebra en mayo desde 2019.

Han sido las mejores ferias en 15 años. Se notaban las ganas de disfrutar de las casetas después de tres años de la última feria normal”, explica el empresario José Mostazo, de la caseta Capote, quien destaca que “incluso la preferia funcionó muy bien” a nivel de público; “es un sentir de todos los caseteros”.

Mostazo también regenta el Bontá (en la calle Doctor Fleming, en la Madrila) y asegura que “también ha sido el mejor año que yo recuerdo de afluencia en la Feria de Día”. No obstante, recrimina a la Concejalía de Festejos que “nos dijera que no se iban a poder sacar barras a la calle y, sin embargo, al final lo permitieron. Pero solo en la zona de los Obispos y San Pedro de Alcántara. Nos parece un agravio comparativo”.

El consistorio autorizó sacar barras a la calle sin cañero, “como también se hizo en la anterior legislatura; no es nada nuevo”, puntualizó antes de la feria la viceportavoz municipal, María Ángeles Costa.

40.000 euros de inversión inicial

En este sentido, Mostazo considera que “los caseteros invertimos una gran cantidad en acondicionar casetas, unos 40.000 euros de inversión inicial, como para que el ayuntamiento al final permita sacar barras. Y que, encima, solo dé el permiso a un determinado sector de hosteleros del centro. No nos negamos a que haya Feria de Día, animación y decoración festiva pero no barras. También dijeron que no se iban a cortar calles, pero se ha hecho”, critica el empresario, que subraya que “pediremos una reunión con Festejos para plantear todas estas cuestiones”.

“Hubo mucha gente desde el jueves. No hemos parado”, relata Belén Rodríguez del restaurante-bar Orense en la concurrida zona de los ‘Obispos’. “Había ganas de feria y se ha notado. Solo notamos un bajón el sábado por la noche con el final de la Champions”. Los hosteleros de la zona solicitarán al ayuntamiento que instale en las próximas ediciones de la Feria de Día baños portátiles “para evitar largas colas y que se nos atasquen los aseos”.

A algunos hosteleros con solera del centro, como es el caso de Emilio Rey (de El Pato), les ha faltado “actividades en la Plaza mayor o el Foro de los Balbos. No ha habido nada. Y, por supuesto, que vuelvan los festejos taurinos; el turismo lo notará”.

Incidentes

Se registraron varios incidentes en torno al recinto ferial, según el parte de la Policía Local. Una de las reyertas finalizó con un joven inconsciente y sangrando, tirado en el vial principal de las casetas, tras recibir un botellazo en la cabeza. Fueron las llamadas de algunos ciudadanos a la policía las que alertaron de la situación, y una ambulancia trasladó al herido al Hospital Universitario de Cáceres. 

Otro de los heridos fue un hombre de 43 años, que sufrió una fractura tras ser abordado por tres jóvenes que le agredieron mientras caminaba por La Cañada hacia Aldea Moret y le quitaron la cartera

El aparatoso incendio en los antiguos depósitos de Campsa mantuvo cortada la carretera de acceso principal al recinto ferial durante horas, y se montó un dispositivo para redirigir ese tráfico en un día de gran afluencia como fue el sábado.