Todo Cáceres se volcó ante el gran acontecimiento: Nuestra Señora la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad, iba a ser coronada canónicamente. «En todas las clases sociales de Cáceres despierta un gran entusiasmo la iniciativa», decía El Periódico Extremadura en una crónica extraída del mes de marzo de 1924. La diócesis realizó entonces una activa campaña para recaudar fondos con los que sufragar los gastos de la corona. Cuentan que la gente se desvivió.

El Extremadura publicaba, un día sí y el otro también, las listas con los nombres de ciudadanos que habían aportado un donativo. La corona, joya adquirida por suscripción popular, fue fabricada en la Joyería Granda de Madrid por 150.000 pesetas. Custodiada desde entonces en la caja fuerte de una entidad financiera, se hizo con oro, plata, brillantes, rubíes, perlas, zafiros y esmeraldas, No menos se merecía la Reina de Cáceres para este acontecimiento.

La Montaña, en la plaza en 1924. Al fondo, los ultramarinos de Saturnino Casares. Mediterraneo

Una comisión especial, formada por Beatriz Higuero Cotrina, condesa de Canilleros, Matilde López Montenegro, Soledad García Pelayo, Benigna Navascués, Dolores García Becerra y Teodora García Cabelo, preparó un apretado programa de actos, entre los que se cuentan los Juegos Florales que con Diego María Crehuet (Fiscal General del Estado y magistrado del Tribunal Supremo) como mantenedor, se celebraron en el Palacio Episcopal.

El 2 de octubre la patrona llegó a la ciudad procedente de su santuario en la Sierra de la Mosca donde permaneció en la concatedral de Santa María hasta el 12 de octubre, día en que el cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, monseñor Reig y Casanova, que ofició los actos e la plaza Mayor. Cuenta la crónica de este diario que «Su Eminencia tomó en sus manos la corona depositada en la bandeja y la mostró al pueblo en alto los brazos; la ovación estalló clamorosa (...) Bien puede afirmarse que fue aquel momento el minuto histórico de más vigor fervoroso, entusiasta y emocionante que ha tenido Cáceres en toda su vida». 1924-2024, comienza la cuenta atrás. 

Una comisión especial formada solo por mujeres preparó un apretado programa de actos en Cáceres