El Periódico Extremadura

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LA TOMA EN EL EMBALSE DE ALCÁNTARA

El nuevo abastecimiento continúa pendiente de la viabilidad ambiental

Ya no se cumple la previsión inicial del ministerio de que las obras saldrían a licitación en octubre. Tiene el informe favorable de la Junta, pero aún no se ha hecho pública la declaración del ministerio

Zona donde se ejecutará la nueva toma de abastecimiento de agua. LORENZO CORDERO

El proyecto del nuevo abastecimiento de agua a Cáceres «está en fase de tramitación ambiental», según se indicó desde la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). Ya hay un informe favorable de la dirección general de Sostenibilidad de la Junta, publicado el pasado día 13. Pero «falta la manifestación de la autoridad ambiental ministerial dado que es una obra de interés general», se precisó desde el órgano gestor de la cuenca. La obra la tendrá que licitar la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

La obra consiste en la construcción de una nueva toma en el río Almonte, 300 metros aguas abajo del puente de la autovía A-66. Su capacidad de bombeo será de 600 litros por segundo. Se colocarán seis bombas sumergibles y se utilizará parte de la conducción del fallido trasvase desde el embalse de Portaje. Con la toma actual, que está aguas arriba, el agua llega directamente al embalse del Guadiloba, desde donde se tiene que impulsar a la planta potabilizadora. Con el nuevo abastecimiento podrá trasvasarse hasta la estación de tratamiento del agua, que está en la ladera de la umbría de la Montaña, para poder reducir el coste energético. Una de las intervenciones que incluye el proyecto es la ejecución de un depósito de regulación de 15.000 metros cúbicos en la parcela de la estación.

El valor estimado de la nueva captación de agua entre los embalses de Alcántara y Guadiloba y la estación de tratamiento asciende a 11,5 millones de euros, según la cuantificación que aparece en el anuncio de información previa que se publicó el pasado 1 de abril en el Diario Oficial de la Unión Europea. En el anuncio se preveía que la obra saldría a licitación en octubre, proyección que ya no se podrá cumplir, y que el contrato tendría una duración de doce meses. También se recuerda en la información del diario que el objeto de los trabajos es lograr las garantías adecuadas para el abastecimiento de agua a Cáceres con la utilización de las infraestructuras existentes, en concreto se van a usar 22 kilómetros de la conducción que inicialmente se iba a utilizar para traer agua de Portaje.

La nueva toma se situará en la cota 186, estaría seis metros por debajo de la actual captación, que se encuentra aguas arriba del Almonte en la cota 192, por lo que hay mayor margen de abastecimiento ante descensos en el nivel del embalse de Alcántara, que es el que realmente garantiza la presencia de agua y el abastecimiento. El inconveniente de la toma actual, que fue una solución provisional que se ejecutó hace treinta años, es que depende de la capacidad del embalse de Alcántara. Durante el último año se ha mantenido siempre por encima de la cota 194 para evitar que Cáceres entre en una situación de prealerta o de alerta de sequía y para garantizar el abastecimiento de agua.

Plano del nuevo abastecimiento. JOSÉ LUIS BERMEJO

En agosto del pasado año se publicó la formalización del contrato de la Confederación Hidrográfica del Tajo con la unión temporal de empresas formada por las consultoras Inyges y Ambling Ingeniería y Servicios para la redacción del proyecto. La adjudicación se hizo por 240.000 euros y con un plazo de ejecución de doce meses. El proyecto ya tiene la declaración ambiental de la Junta de Extremadura. La promotora, en este caso la Confederación Hidrográfica del Tajo, presentó en mayo de 2022 a la Junta la solicitud de evaluación de impacto ambiental simplificada para someter al proyecto al procedimiento de evaluación ambiental.

La conclusión del informe de la dirección general de Sostenibilidad es que las obras que se quieren acometer no tienen efectos adversos significativos sobre el medio ambiente y no son susceptibles de afectar de forma apreciable a lugares de la red natura 2000, por lo que «no es preciso someter el proyecto a una evaluación de impacto ambiental ordinaria». 

Pero, según la confederación, necesita de una autorización por parte del ministerio al tratarse de una obra de interés general. Tienen esta consideración, según la Ley de Aguas, obras que como esta de Cáceres son necesarias para la regulación del recurso hídrico para garantizar la disponibilidad y aprovechamiento del agua en toda la cuenca.

No obstante, entre las medidas que, según la Junta, se tienen que acometer durante la fase de construcción está que los trabajos que afectan a la Zepa de los Llanos, en el tramo más cercano a Cáceres, se tienen que planificar de tal manera que se desarrollen «fuera del periodo sensible para la reproducción de las aves esteparias», que está comprendido entre el 15 de marzo y el 15 de julio. Lo mismo se pide para los que afecten a la Zepa de los Riberos del Almonte, en este caso el periodo es entre el 1 de marzo y el 31 de julio. 

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