El perfil de los necesitados ha cambiado. Comenzó a hacerlo cuando estalló el coronavirus, con el cierre de empresas, y luego se ha mantenido en el tiempo, con el encallamiento de los salarios y una subida de precios que se desborda por momentos. La clase media, cada vez más empobrecida, necesita comida y debe acudir a las oenegés para obtenerla. Precisamente, ayer, el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, firmó el Itinerario de Emergencia Social de Atención a Personas sin Hogar ante Condiciones Atmosféricas Adversas, suscrito hasta 2023 por Cáritas Diocesana, Cruz Roja, DYA, Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía, Banco de Alimentos y la Obra Social La Milagrosa de las Hijas de la Caridad. Contará con los recursos abiertos durante todo el año y con los extraordinarios prevenidos para que se puedan activar siempre que existan situaciones climatológicas extremas.

En ese contexto se habló de la situación que atraviesa la ciudad. Lo hizo la directora de la obra social de La Milagrosa, sor Teresa Coto, al recordar cómo durante la pandemia su comedor, en la calle Adarve del Cristo, se vio desbordado. Desde entonces y hasta el 28 de septiembre pasado y por recomendación de las autoridades sanitarias la comida se entregaba en bolsas y las instalaciones permanecían cerradas. Ahora han reabierto, y «hay personas a las que les da vergüenza acudir». Y es que no es fácil asumir las miradas de aquellos que te encuentran en una fila pidiendo comida. La congregación estudia en la actualidad el modo de poner en marcha un proyecto para repartir los alimentos en casa. No es ya solo el asunto de la vergüenza social lo que motiva al impulso de esta iniciativa: «Ni mucho menos hemos salido de la crisis. Cada vez hay más personas que no tienen ingresos o son muy bajos, y no les llega», apuntó Coto.

12 hermanas

Ocurre que, además, hay gente que no puede acudir al comedor; hablamos de niños, mayores, gente que vive sola, que está impedida, discapacitados... y que precisan de una cobertura urgente. «Estamos enjaretando este proyecto para buscar una solución», apuntó Sor Teresa, que lidera una congregación formada por 12 hermanas, a la que se unen 13 trabajadores repartidos en los distintos servicios de La Milagrosa.

Sor Teresa posa en la cocina del comedor de La Milagrosa en Cáceres. CARLA GRAW

Entretanto, la labor municipal en colaboración con estas organizaciones es encomiable. Fruto de ello es este convenio, que ahora ha cambiado, no solo porque la pobreza no cesa sino porque el cambio climático impone extender durante todo el año las ayudas: hay olas de frío, pero también de calor y no se puede dejar a nadie en el camino.

El alcalde y la concejala de Asuntos Sociales, María José Pulido, ayer con las organizaciones en el ayuntamiento. EL PERIÓDICO

Precisamente, durante este ejercicio se ha incrementado la aportación del ayuntamiento a Cáritas en 75.000 euros para mantener abierto durante los 12 meses el Centro de Emergencia Social de la calle Ríos Verdes, que cuenta con ocho plazas. Además, el consistorio aporta otros 50.000 euros para el Centro Vida, situado junto a la estación de Renfe, que ofrece 16 plazas.

Horarios

Salaya detalló que el plan de invierno permanecerá activo del martes 15 de noviembre al jueves 31 de marzo, pudiéndose ampliar en caso de ser necesario; y en el plan de verano se establecen julio y agosto como los meses de referencia, siempre que el 112 active las olas de calor. Son dos los centros establecidos, ambos gestionados por Cáritas Diocesana, para ofrecer un servicio casi 24 horas: el Centro Vida y Centro de Emergencia Social.

En cuanto a la atención durante la noche, Cruz Roja lo hará de lunes a jueves, de 22.00 a 00.00 en invierno. En verano actuarán, una vez activadas por el 112 las olas de calor, en el horario más apropiado para la prestación de los servicios. DYA Extremadura, a través de su área DYA Social, lo hará de 22.00 a 00.00 horas el resto de días (de viernes a domingo); y en verano actuarán de igual forma que Cruz Roja.

El Banco de Alimentos proporcionará víveres a DYA y Cruz Roja. La Obra Social la Milagrosa repartirá comidas en su comedor de 12.30 a 13.30 y se podrán recoger diariamente mantas, productos de aseo personal y acceder al ropero, independientemente de que acudan o no al servicio de comedor. En las fechas navideñas les dispensarán un lote de alimentos especial con cena y comida, tanto el 24 como el 31 de diciembre. También se les hará llegar a las personas alojadas en el Centro de Emergencia Social.

Las personas atendidas, dato a dato

En cuanto a las atenciones llevadas a cabo en el último año, el IMAS atendió a 25 personas, a 13 de ellas se les derivó a hostales de la ciudad, con 46 pernoctaciones. La Policía Local y Nacional realizaron 40 intervenciones, 22 la Nacional y 18 la Local. DYA atendió una media de 8 personas por la noche y proporcionó 495 raciones de Banco de Alimentos; Cruz Roja llevó a cabo 357 intervenciones; y la Obra Social La Milagrosa repartió una media de entre 80-85 menús diarios, llegando hasta los 100 en los días de mayor afluencia, con 9.916 comidas y cenas.

Todo ello, concluyó Salaya, «para lograr una ciudad más humana en la que nos hagamos cargo de todas las circunstancias y que realicemos un plan adaptado a un mundo que cada vez es más hostil especialmente en lo climático».