Las casualidades no están escritas. Hace poco mientras trataba de conciliar el sueño escuchaba al grupo The Police y no sé por qué comencé a visualizar la exposición de la importante artista Rocío García, Very, very Light and very oscuro. Un policía con alzheimer, sin ver aún las piezas de la muestra en la Galería La Casona, Habana Vieja. No recuerdo mucho de aquel momento, pero creo que los cuadros no eran obras de arte colgadas, sino ventanas por las que podías apreciar escenas de mujeres y hombres masturbándose, de mujeres hermosas rapadas acariciándose con tanta delicadeza y ternura que daba deseos de…también.Una semana después llega a mis manos uno de los catálogos. - ¡No deja de asombrarnos esta Rocío! Comentamos. Asombro mayor, al ver esas piezas monumentales frente a ti y decir: - ¡Coñó…! Y quedarte sin habla. Esos personajes a tamaño natural, ese policía que enfrenta a un bad cowboy en el Malecón habanero tomando mucha beck´s, la enigmática Dama de Zurich que no se da al juego en un casino, y la copa que se rompe por la belleza infiel son ejemplos de fragmentos ínter textuales donde la artista comenta y describe sin hacer uso de la palabra. Cabe mencionar en este justo momento un fragmento de Andrés Isaac Santana en la revista Arte Cubano, número 3 del 2008, "…su obra se ha caracterizado por trazar un mapa visual de perversiones e insinuaciones, de arrebatos y distancia calculada, en el que se descubre una constante vocación sicológica tendiente a la introspección y el escrutinio en las paradojas de los comportamientos humanos y en los modelos estandarizados de género y sexo con los que somos investidos…".Muchas veces la verdad duele y tal vez por esta razón alguien se ha sentido ofendido cuando al observar las obras de Rocío, el reflejo es él mismo. No dudo que por esta razón le hayan negado el lugar que se merece en la plástica cubana. Ya no es el dolor o la violencia, sino la realidad que saca en su palestra la artista de carácter fuerte e inteligente, es el poder de una filosofía sin alzheimer. La actual profesora de pintura en la Academia de Artes "San Alejandro" es de los pocos artistas que estudian y exploran el sentir de sus controversiales y complicados personajes. Ella no cree en doctrinas, ni prejuicios, es por estas razones que no padece de la ya mencionada enfermedad de la mente. En cada obra suya persiste la incógnita, ese fluir misterioso a cada paso. Rocío, es una creadora de historias insinuadas. ¿Reales o inciertas? Cabrá siempre la duda. Roberto Martínez Martínez,

La Habana, enero 2010