Con ocho tantos, Jesús Rubio Martín (Plasencia, 4 de febrero de 1987) es el sorprendente máximo goleador del grupo IV de Segunda División B. El centrocampista ejemplifica la pujanza del Villanovense, inscrustado en la vanguardia de la categoría por méritos propios.

Dotado de liderazgo en el campo, de una técnica impropia de la categoría y de una fantástica precisión con el balón, su fuerte son los lanzamientos, pero en este equipo de Manolo Sanlúcar está siendo un compendio de todo lo ofensivo, aunque también con trabajo a destajo en defensa que desarrolla con solvencia.

El año pasado, en el UCAM de Murcia, hizo tres tantos y su equipo logró el ascenso a la Segunda División A. Él y Checa en la faceta defensiva fueron un tándem perfecto en el centro del campo. Otro exjugador del Cacereño, Elías Pérez, suele ser su acompañante habitual en la zona ancha. Solamente el portero serón, Wilfred, ha disputado más minutos que él en lo que va de liga. Es evidente que su extraordinaria aportación al Villanovense está siendo una de las claves para que lleguen los resultados en positivo. Él, en sus últimas declaraciones tras el 3-1 al Melilla del pasado domingo, sigue apelando al trabajo y a la concentración para soñar con algo grande. H