La futura dirección deportiva del Extremadura para su próximo proyecto estará liderada por Jordi Lardín. Esa es la intención que tiene el club y así se lo ha trasladado ya al propio Lardín de manera extraoficial, ya que el club no oficializará ningún movimiento en su parcela deportiva hasta que no cristalice la operación que está llevando personalmente el presidente, Manuel Franganillo, con el grupo inversor que está a punto de desembarcar en Almendralejo.

Lardín, que vino de la mano de Zoran Vekic y Ramón Robert, ha terminado convenciendo al presidente de que puede ser un hombre ideal desde el que construir una dirección deportiva solvente, estable y con una red de ojeadores mirando al panorama nacional.

Es algo de lo que adolece el club, desértico en esta parcela durante la travesía de López Ramos en la última temporada. Chocó que Franganillo sintonizara con Lardín tras su ruptura con Robert y Vekic, pero el catalán ya trasladó al máximo mandatario que no tenía nada que ver en los asuntos extradeportivos de los inversores y que su único cometido se centraba en el plano deportivo.

Lardín será el director deportivo, pero los movimientos estarán consensuados con el entrenador, en el caso de que sea Manuel Mosquera. El técnico se lo pidió a Franganillo y Lardín está de acuerdo de que todo tiene que ser dialogado para trabajar de manera estructurada. Hace unas semanas, ya mostró su deseo contando primero con gente de la casa, algo que por economía se antojará casi obligatorio.

Entrenador

Algunas incógnitas más están rodeando a la situación de Manuel Mosquera en el Extremadura. Las partes quieren seguir ligadas la próxima temporada, pero las condiciones tienen que ser favorables, al menos para el entrenador, que pide especialmente normalidad, equilibrio y no tener que soportar un año con tantos vaivenes como el anterior.

Manuel quiere escuchar primero las bases reales del proyecto que pueda venir a Almendralejo y después tomar una decisión. Considera que en el club han de cambiar muchas cosas para poder tener estabilidad y, si no lo ve claro, no le va a temblar el pulso para dar carpetazo a su estancia en Almendralejo.

Por lo tanto, la primera ‘X’ a resolver es la de los nuevos inversores. Según ha podido saber este periódico, el jueves hay una reunión clave en Madrid para deliberar los detalles y poner fecha a una presentación formal. La operación podría traer dinero de inmediato para resolver las deudas con la plantilla, los trabajadores y evitar posibles denuncias ante AFE que amenazaran al club con un descenso administrativo.